El 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBTIQA+.

Fuente (editada): AQUÍ | Jonathan Manzano | 8-junio-2021

Este mes se celebra el Orgullo LGTBIQA+ con el lema ‘Los derechos humanos no se negocian, se legislan: Ley Integral Trans Ya’, y lo hace en medio de la polémica al no salir adelante la Ley Trans en el Congreso de les Diputades tras la abstención del PSOE y los votos en contra del PP y Vox.

Hablamos con Lydia Na, presidenta de la asociación ‘Entendemos LGTBI’ y una de las principales activistas trans de Alicante, para analizar la situación del colectivo.

Hace unas semanas se produjo una brutal agresión por parte de más de diez jóvenes a un chico homosexual en las inmediaciones del parque Monte Tossal de Alicante, ¿por qué se siguen dando casos como este?

En estos momentos existe una oleada de odio y rechazo a nivel mundial contra ciertas minorías, y las personas LGTBIQA+ somos una de ellas. Este odio tiene distintos orígenes, tanto ideológicos como religiosos, pero solamente una causa: el miedo atávico subyacente en toda época de cambios sociales, económicos y éticos. El miedo de una inmensa mayoría a perder el suelo bajo sus pies y la reducción de su calidad de vida.

¿Es Alicante una provincia segura para el colectivo?

Afortunadamente, aparte de casos muy puntuales como el que señalas, y teniendo en cuenta la escalada de odio y agresiones que las personas LGTBIQ+ estamos viviendo a nivel nacional, nuestra provincia es una zona que integra muy bien a las personas del colectivo.

También hemos visto en lo que va de año la primera sanción por homofobia en el deporte español, ¿significa esto un cambio de paradigma?

El deporte siempre ha sido tradicionalmente un coto privado para el desahogo de todo tipo de pulsiones y comportamientos machistas. Hasta ahora esto ha formado parte de su naturaleza como espectáculo. Este caso en concreto es un indiscutible avance para abrir el deporte a todo tipo de diversidades, al igual que a nivel mundial un gran número de deportistas está saliendo públicamente del armario, rompiendo un tabú que ha durado siglos.

Si a esto unimos la admisión de deportistas trans en competiciones a nivel profesional y la difusión actual del deporte femenino, queda claro que el mundo del deporte está cambiando, y este cambio puede ser una gran ayuda para naturalizar la diversidad.

Hablando de la comunidad trans, ¿por qué no ha salido adelante la Ley Trans propuesta por el Ministerio de Igualdad?

El fondo de todo esto es una batalla política entre dos tipos de feminismo: el más rancio representado por el PSOE y el más inclusivo de Podemos. Una batalla por el Ministerio de Igualdad en la que la ministra Carmen Calvo intenta dinamitar la libertad de acción de la ministra Irene Montero para intentar recuperar una cartera que siente que le ha sido robada. Y la ley y los derechos de las personas trans están en medio de esta batalla.

Se juega con nosotros desde el PSOE negando nuestros derechos e identidad porque ello satisface al caladero de votos que representa para el partido ese feminismo tránsfobo promovido por feministas históricas, que más bien esperemos que pronto sean historia.

¿Por qué es tan importante esta ley para el colectivo trans?

Porque ni más ni menos, y fuera de todo debate interesadamente político, lo único que haría sería equiparar los derechos de las personas trans a los del resto de ciudadanía española. Y hablo exclusivamente de derechos porque los deberes ya los tenemos.

Se trataría de una ley de justicia que las personas trans llevamos reclamando hace ya mucho tiempo, simplemente por pura cuestión de supervivencia.

¿Qué escenario prevés?

El PSOE va a intentar presentar una Ley LGTBI moldeada a su gusto, en la que intentará diluir la Ley Trans. La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) se atribuirá la autoría de esta ley y el PSOE pretenderá presentarse una vez más como adalid del feminismo y los derechos LGTBIQA+. Jugada maestra, si no fuera porque esta vez no les va a salir bien, ya que tienen a una gran parte de la política española y de la sociedad en contra.

Mientras tanto, la comunidad trans sigue presentando una altísima tasa de paro, en torno al 80%. ¿Cuál es la situación a nivel autonómico?

A pesar de que nuestra comunidad autónoma está dotada de una de las leyes trans más avanzadas y garantistas a nivel mundial, las personas trans sufrimos aquí la misma falta de derechos y acceso al trabajo que en el resto de España.

A nivel de comunidades existen planes minoritarios de empleo en concierto con ciertas empresas para la inclusión de cupos de personas trans, pero estas medidas parche son claramente insuficientes.

Foto: Paco Candela

Foto: Paco Candela

¿Cómo se lucha contra los prejuicios que a menudo rodean el tema de la transexualidad?

El colectivo trans es quizá en estos momentos el más estigmatizado de la sociedad española, ya que a nivel popular se sigue asociando con ambientes sórdidos de prostitución, drogadicción, delincuencia y marginalidad. Sólo la educación de la sociedad y la implantación de medidas compensatorias y punitivas podrán cambiar esto.

Los bulos creados en torno a la transexualidad no ayudan a ello, ¿cuáles son los más frecuentes?

El de que la transexualidad es una enfermedad mental, lo cual es del todo falso porque hace ya años que no está en el catálogo de patologías de la Organización Mundial de la Salud. Los más “divertidos” son los bulos feministas, como ése de que las mujeres trans somos un caballo de Troya del patriarcado para cargarnos el feminismo desde dentro, o que transitamos para acceder a los baños de mujeres y violar a las mujeres cis.

Desde hace años la comunidad trans viene reivindicando la distinción entre la identidad sexual y la expresión de género, ¿cuál es el significado de cada concepto?

Identidad es lo que somos, nuestra propia naturaleza que nos define como hombres, mujeres o personas no binarias. Expresión de género es cómo mostramos esta circunstancia al mundo, nuestra forma de actuar, de vestir…

Un ejemplo de esto sería el de una persona trans que aún no ha salido del armario. Su expresión de género no sería la esperada según su identidad.

Uno de los debates más enconados es posiblemente el de la infancia. ¿Cómo es la infancia de una persona trans?

Cada persona es un mundo y existen tantas transexualidades como personas trans. Te puedo decir que la mía fue una infancia de ocultación en la que pronto aprendí lo que está bien y lo que está mal, y tuve que hacerlo muy pronto, ocupar ese lugar que se me había asignado simplemente para evitar malos tragos e integrarme en sociedad.

Otras personas trans me han hablado de experiencias parecidas. Primero por no perder el amor de tu familias, después para pasar desapercibida aprendes a mentir, aprendes a ocultar, aprendes a interpretar un papel durante un tiempo que lo único que hace es distorsionar tu personalidad, lastrar tu vida y convertirla en un cúmulo de tristezas e insatisfacciones.

¿Cómo deberían actuar aquelles progenitores cuyas criaturas les han manifestado no ser del sexo que le asignaron al nacer?

El primer paso sería, en estos casos, contactar con alguna asociación que les pueda ayudar en el camino de su desarrollo integral. Y también ignorar las opiniones familiares y del entorno que probablemente estarán cargadas de prejuicios e ideas erróneas, aparte de contar con aquellas que te quieran acompañar en el camino.

Aprender lo máximo posible, dejarse guiar por la experiencia de otras personas trans. En todo caso, la felicidad de tu criatura debe ser siempre lo más importante.

Pero hay quienes acaban encontrando más apoyo en otras personas que han pasado por el mismo proceso que en su propia familia. Cuéntanos tu historia como mujer trans.

Por mi parte tardé décadas en dar el paso, fue una decisión plenamente consciente porque durante la primera parte de mi vida siempre le di la espalda a mi verdadera naturaleza, no quería saber nada de ella y fue una época de fuerte lucha interior.

Fue a los 45 años cuando di el paso, y éste fue el comienzo de mi aceptación y liberación personal. Mis amistades estaban de mi lado. Lo hice sin referentes, fue como saltar a ciegas a una piscina y afortunadamente me salió bien.

¿A qué dificultades has tenido que hacer frente en todo este proceso?

Cuando empiezas el proceso te dicen que tienes que empezar a salir como chica a la calle. Después de años viviendo bajo otra apariencia es una prueba de afirmación que al principio te resulta difícil, aunque ardas en deseos de vivirla y naturalizarla.

Una vez superada empiezas a vivir la mayor felicidad, eres tú. No he tenido hasta ahora problemas de adaptación porque nadie se ha atrevido a increparme por la calle, por lo menos a la cara.

¿Qué te ha enseñado el activismo todos estos años?

Ante todo a ser libre, a plantar cara al poder, a la ignorancia y a la irracionalidad. Creo que la lucha por los derechos LGTBIQA+ debe ser una lucha ante todo social, nunca viciada por la dependencia hacia ideologías o partidos políticos.

Se trata de una lucha por el ser humano en toda su integridad, una lucha por la igualdad, por la evolución de nuestra sociedad hacia otra sociedad más justa.