Euforia. Familias Trans-Aliadas acompaña a unas 20 familias burgalesas y asesora a centros educativos para mediar con las familias que no aceptan la identidad de la infancia trans

Fuente (editada): BURGOS conecta | Ruth Rodero | 7 marzo 2021

El desconocimiento, el miedo y no saber a quién acudir para que les preste ayuda son algunas de las dificultades a las que se enfrentan las familias con criaturas trans. Para ayudarles en su tránsito se formó hace casi año y medio Euforia. Familias Trans-Aliadas, con Raquel Ruiz Miranda a la cabeza en Burgos.

«Veníamos de años de activismo en el mismo ámbito, la asociación está formada por familias de toda España», explica. Aunque Ruiz Miranda no conoce exactamente el «número concreto de familias asociadas» en Burgos. «Lo que sé es que en los últimos años en Burgos hemos acompañado a unas 20 familias más o menos, hemos asesorado a otras muchas, también a multitud de centros educativos que en ocasiones aparte de información nos piden colaboración para mediar con las familias que no aceptan la identidad de sus hijes», afirma.

Y es que la situación ha cambiado en estos años, antes las familias a menudo llegaban con angustia, sin tener ni idea de qué hacer y con muchos miedos. Hoy hay mucha más información y en consecuencia menos prejuicios, «pero sigue habiendo miedo al rechazo social», asegura Raquel Ruiz.

Desde Euforia. Familias Trans-Aliadas ofrecen acompañamiento en el más amplio sentido de la palabra. «Lo primero es escuchar, las familias necesitan ser escuchadas por alguien que entienda la situación, sin ser juzgadas ni analizadas», comienza la enumeración Raquel. «Después, información. Ponemos toda la información sobre diversidad sexual a su alcance e intentamos resolver todas sus dudas, también sobre trámites administrativos, tránsitos sociales en centros educativos, posibles procesos médicos, procedimiento para cambio de datos en documentación, etc», continúa.

El proceso no solo se centra en menores, en Euforia también acompañan a familias de personas trans adultas, que necesitan en muchas ocasiones este acompañamiento. Y, como afirma su representante en Burgos, «casi lo más importante» es el apoyo a personas trans que no tienen el soporte de su entorno cercano o que no son aceptadas por sus familias.

«Entre todes formamos una bonita familia multicolor, nos comunicamos por redes sociales y grupos de Whatssap cerrados, seguros, donde compartimos experiencias, debate, risas, llantos, y sobre todo ese sentimiento de unión que nos da la fuerza para seguir exigiendo los derechos de las personas trans», incide.

Uno de los puntos débiles de Burgos al respecto se encuentra en el poco activismo que se realiza en torno al colectivo. «Cuando fui consciente de que tenía un niño trans busqué en Burgos algún lugar donde poder informarme, alguna asociación LGTBI… y no encontré nada. Al menos desde el centro educativo la orientadora me puso en la pista y me dio algo de información. La pediatra tampoco tenía ni idea de diversidad sexual, tuvo que ponerse las pilas», recuerda Raquel.

«No me quedó otro remedio que informarme, formarme y lanzarme al activismo», apela Raquel. Aunque se intentó: «Se ha propuesto en varias ocasiones que el colectivo LGTBI de Burgos cree una asociación, con personas que querían hacerlo, pero por una cosa u otra no cuajó la idea. Está la Asamblea Diversidad Combativa de Burgos, pero no tienen registro oficial, eso dificulta ser interlocutores con la administración, aunque se reúnen en asamblea para algunas iniciativas como organizar actividades el día del Orgullo LGTBI».

Y la sociedad burgalesa, ¿está concienciada con las necesidades del colectivo trans? «Como en todas partes hay de todo. Vivimos en una sociedad binaria marcada por estereotipos, y tenemos aún la idea de que Burgos tiene un fondo muy conservador y en cierto modo es verdad. El día a día de las personas trans en Burgos y su visibilización hace que quienes conocen esta realidad la comprendan y se quiten los prejuicios sin fundamento. Cada vez más personas trans dan el paso de vivir su identidad con libertad y la mayoría de la ciudadanía les tiene como referentes, comprobando que son personas tan diferentes y tan iguales como tú y yo, con sus vidas cotidianas, que no son ninguna amenaza y que forman parte del vecindario como cualquier otra persona. La naturalidad y el sentido común poco a poco se imponen», celebra.

A raíz del confinamiento muchas personas trans han decidido dar un paso al frente para poder vivir acorde a su identidad sexual, algo que también ha ocurrido en Burgos. «Ha pasado sobre todo en adolescentes. El hecho de no poder salir a la calle y socializar, les empujó a dar el paso y sincerarse, la mayor parte de las veces con la alegría de verse arropades por su entorno, pero lamentablemente no siempre es así, también tengo el caso de un chico aquí que se ha tenido que ir de casa en plena pandemia ante el grave maltrato sufrido».

Castilla y León es una de las pocas comunidades sin ley al respecto. Los colectivos llevan años de reuniones con grupos políticos, administración y agentes sociales consensuando un texto que incluso llegó a registrarse hace año y medio, pero en las Cortes de Castilla y León no estuvieron por la labor, retrasando los tiempos hasta que cambian las legislaturas y hay que volver a empezar.

«Ahora, desde el gobierno de Castilla y León quieren sacar una ley descafeinada en la que no tienen en cuenta las necesidades del colectivo trans, donde se sigue patologizando identidades, donde se deja a estas personas a merced de un protocolo médico que no está vigente y que no nos quieren presentar hasta que no se apruebe esta ley. Desde sanidad siguen queriendo tutelar la vida de estas personas, cuando ser trans no implica necesariamente llevar tratamiento médico. Se trata de un derecho, no de una obligación. Cada persona trans es diferente, no se pueden estandarizar sus vidas y sus cuerpos», reclama Raquel.

Desde Euforia. Familias Trans-Aliadas no se fían. «No queremos una ley a medida del Gobierno de turno, sino una que cubra las necesidades de las personas a quienes va dirigida. Por eso nuestra mirada se dirige a Madrid, a esa ley trans estatal que otorgue los mismos derechos a todo el colectivo en España, sin los agravios comparativos que existen entre unas y otras comunidades autónomas y que consigue que las personas trans siga marchándose de Castilla y León», asegura con vehemencia.

A raíz de la polémica creada por parte de un sector feminista, Raquel también defiende a las mujeres trans de este ataque: «Me avergüenza profundamente que una pequeña parte del feminismo sea terriblemente tránsfoba, para mí no son feministas, el feminismo defiende a todas las mujeres, y debería hacerlo aún más con las más vulnerables, con aquellas que fueron relegadas a los márgenes de la sociedad. A mí no me borra nadie, las mujeres trans suman y sufren aún más la presión del patriarcado. Los argumentos de las trans excluyentes son pobres y fácilmente rebatibles, pero están haciendo mucho ruido con su odio».

Además, defiende que el argumento de «decir, por ejemplo, que las personas cambiarán de sexo para cometer delitos y eludir a la justicia, o dibujarlas como posibles agresoras por usar un cuarto de baño, es demostrar mucha ignorancia, y muy mala leche».

«Cuando conoces a cientos de niñas, niños y niñes trans cuyas vidas están en juego te quema la sangre al escuchar cómo se les maltrata desde algunos foros, poniéndoles en una diana a merced de la desconfianza y el odio que generan estos discursos. Además no reconocen a las identidades disidentes, las personas no binarias, personas que no encajan en este sistema binario de clasificación, que cada vez se hacen más visibles, y que por supuesto también tienen derecho a vivir como son. Porque en el imaginario colectivo aún hay mucha gente que piensa que esto es una cuestión de elegir, pero no es así. Nadie elige quién es, pero la sociedad condiciona y en ocasiones hay que ser muy valiente para dar la cara y enfrentarte al desconocimiento y el rechazo», finaliza.

En la página web de Euforia. Familias Trans-Aliadas se puede encontrar un montón de información, documentales, guías de acompañamiento, artículos interesantes, una relación muy interesante de referentes y el contacto de la asociación, donde siempre están disponibles para ayudar a toda aquella persona que necesite ser escuchada.