Colectivos trans y LGTBI reconocen el trabajo de Irene Montero. La ministra ha pedido perdón por no haber podido frenar los discursos de odio que se han producido en el proceso de tramitación de la ley trans.
Fuente (editada): EL SALTO | Patricia Reguero Ríos | 16 FEB 2023
El Pleno del Congreso ha debatido este jueves la ley LGTB y trans, que ha sido aprobada de manera definitiva tras volver del Senado con algunas enmiendas de poco calado. El debate ha servido para dar un respiro a la ministra de Igualdad, Irene Montero. “Irene, tenemos una deuda contigo”, ha asegurado la diputada de ERC María Dantas, quien ha leído en su discurso palabras de la activista trans Mar Cambrollé.
Dantas, visiblemente emocionada, ha leído palabras de la activista donde ha asegurado que esta ley salda la deuda de las instituciones con las personas trans, “las más maltratadas en la dictadura y luego olvidadas en la democracia”. También ha recordado la campaña reaccionaria contra esta ley, no solo por parte de la extrema derecha sino también por parte del feminismo transexcluyente que “ha puesto a las personas trans en la diana”. Sobre la postura del PSOE con esta ley, que retrasó varias veces su tramitación, ha asegurado que “las personas trans y sus familias nunca vamos a olvidarlo”. También han reconocido el trabajo de Irene Montero Sergi Miquel, de PDeCAT, o Mar Puig, de Unidas Podemos, entre otros diputados.
La extrema derecha ha aprovechado su espacio para seguir extendiendo su mensaje tránsfobo. En su intervención, la diputada de Vox María Ruiz Solás ha asegurado que se confunde “derechos con deseos”. “Que no queramos permitir que un niño se mutile no es odiar”, ha asegurado, antes de exponer la postura de Vox: esta ley fomenta la transexualidad, lo que además en el caso de personas menores de edad es “corrupción de menores”. Además, esta ley está promoviendo un “alarmante” aumento de personas homosexuales y transexuales. Como colofón, ha introducido el principal argumento del sector transexcluyente del feminismo: “Ustedes quitan todo el sentido a la lucha de las mujeres permitiendo que los hombres puedan serlo”.
La intervención de María Jesús Moro, del Grupo Popular, ha comenzado con una referencia a la crisis del solo sí es sí: “No queremos que días después de publicarse esta ley comience un nuevo conteo de víctimas, un remake de la ley del solo sí es sí”. Moro ha pedido “mirar a Escocia”, donde la ministra, Nicola Sturgeon, ha presentado su dimisión tras ocho años en el cargo, algo que relaciona con la aprobación de una ley trans en ese país, aunque Sturgeon no ha dado detalles de sus motivos. También ha anticipado que esta ley producirá “desgarros” en las familias. “Va a haber personas que sufran con esta ley: no esta ley, no a este nuevo sí es sí”, ha concluido.
Raquel Pedraja, del Grupo Socialista, ha puesto en valor la ley y en particular que se ocupe de “sexilio”, que el texto define como “el abandono de las personas LGTBI de su lugar de residencia por sufrir rechazo, discriminación o violencia, dándose especialmente en las zonas rurales”. Pedraja ha reivindicado el papel del PSOE en la aprobación de derechos LGTB pese que, fuera, algunos representantes de colectivos afeaban el papel de los socialistas con la autodeterminación de género y en la tribuna miraba Carla Antonelli, que se dio de baja de su partido por aquella polémica dejando al PSOE sin la primera y única diputada trans.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha comenzado dirigiéndose a la tribuna y agradeciendo del trabajo de los colectivos que seguían el debate. Luego, explicaba cómo esta ley debería servir para “que las infancias trans sean reconocidas y que encuentren comprensión donde antes encontraban burla” o para que “no te puedan no alquilar un piso por ser una persona trans o LGTBI”. Y, si en su intervención sobre la ley del aborto recordaba a Bibiana Aído, esta vez ponía en valor al presidente que la nombró: “Como diría Zapatero, da oportunidad de ampliar las posibilidades de felicidad de algunas personas”.
Montero ha pedido perdón por no haber sabido frenar los bulos y la transfobia que se han producido durante el proceso de tramitación de la ley y ha recordado que queda camino por hacer: realidades no binarias, personas trans migrantes y avanzar aún más en derechos para infancias trans han sido los asuntos pendientes que ha citado. “Hemos dado un paso tan grande como hemos podido, ojalá hubiera sido mayor”.