Una filtración de 2.600 correos electrónicos revela las raíces fundamentalistas del pánico antitrans en Estados Unidos

Fuente (editada): CTXT | Néstor Román | 6 JUN 2023

A lo largo de los últimos años, las personas trans hemos visto cómo nuestros derechos se han convertido en un tema de acerbo debate. Bajo el pretexto de “salvaguardar los derechos de minorías”, se nos ha señalado, criminalizado y marcado como amenazas para la sociedad.

La prensa, a menudo desde el sensacionalismo, ha dado alas a bulos y a declaraciones de una absoluta minoría. Estos, formulados siempre como “debates” que giran en torno a los deportes, las infancias, o las prisiones, han acabado teniendo repercusiones a nivel internacional. En Estados Unidos se ha desatado una ofensiva legal sin precedentes contra las personas trans: desde 2019, se han presentado más de 400 propuestas legales para limitar o erradicar nuestra participación en la sociedad. En los tres primeros meses del 2023, el ritmo ha aumentado: se han presentado 44 propuestas de ley.

Mientras que, en los años anteriores, las propuestas se centraban en la práctica deportiva y los espacios segregados por sexo, ahora el ataque es más directo: bajo la excusa de proteger a la niñez de la “indecencia”, las propuestas de este año están criminalizando las existencias trans y las de otras personas del colectivo LGTBIQA+. En estados como Kansas, Oklahoma y Carolina del Sur se han publicado prohibiciones a la afirmación de género a personas menores de 26 años.

También se han presentado propuestas que afectan al ámbito educativo; el proyecto de ley AZHB1700 anima a les progenitores a denunciar y prohibir libros que promuevan la fluidez de género o el uso de pronombres preferidos. La AZSB1001 exige que tanto una persona tutora como una docente aprueben los pronombres que cada alumne elija. Por su parte, en Florida, Ron DeSantis ha atraído a su base más radicalizada con la ley de 2022 ‘Parental Rights in Education’, también conocida como ‘Don’t say gay’. Esta prohíbe mencionar temas como la orientación o la identidad sexual en los niveles de primaria, hasta el punto de que criminaliza que el profesorado comente la existencia de su pareja del mismo sexo. El proyecto de ley también incluye disposiciones que permiten a los progenitores demandar a las escuelas si consideran que se ha infringido la ley.

En la misma línea han aparecido propuestas que criminalizan las actuaciones de drag queens. Entre estas se encuentran el proyecto de ley AZSB1026, que utiliza definiciones deliberadamente vagas como “usar ropa o maquillaje de un género distinto al de nacimiento”, y emplean lenguaje tendencioso, como “drag para niños” para insinuar intenciones indecentes. En la práctica, todo esto criminaliza expresiones de género alternativas. En el estado de Arkansas, ahora mismo se está debatiendo la SB270, que acusa a las personas adultas trans de criminales sexuales si entran en un baño público cuando también se encuentra una persona menor en éste.

La transfobia se ha convertido en bandera de la ultraderecha en todo el mundo. Orbán, Bolsonaro, Abascal; todos los líderes de la alt-right con una imagen optimizada y pulida para los medios, repiten los mismos argumentos una y otra vez: el deporte, la “protección de las mujeres”, les “menores”. En España, bajo el pretexto del “debate” sobre la ley trans, las personas trans han sido demonizadas y atacadas, tanto por la ultraderecha como por las llamadas “feministas históricas” afines al PSOE. La hostilidad ha llegado hasta el punto de que figuras como la filósofa Alicia Miyares han llamado a nuestra existencia la “cuestión trans”, una terminología con ecos que resuenan en la historia.

Las raíces de esta oleada de transfobia se remontan a 2015, cuando, en virtud del caso Obergefell vs. Hodges, se legalizaba el matrimonio igualitario. Perdida esta batalla legal, el Partido Republicano de los Estados Unidos se vio obligado a buscar otro tema candente para causar división. En la ciudad de Houston, dos republicanos, Jared Woodfill y el Dr. Steven Hotze, líderes de Conservative Republicans of Texas, lanzaron una campaña de oposición a la ordenanza municipal HERO, presentada por Annise Parker, la primera alcaldesa lesbiana de la ciudad. Esta ordenanza prohibía la discriminación no solo por raza, sexo, edad y origen étnico, sino también por orientación e identidad sexual.

HERO también protegería a personas trans que desearan usar baños o vestuarios correspondientes a su identidad sexual. El activismo antitrans decidió plantear el debate como uno sobre la seguridad de mujeres y niñas, y lograron que HERO fuera derogada. El éxito de esta iniciativa fue tan potente que cambió el rumbo de la estrategia legislativa de todo el país.

En 2015, nueve estados consideraron proyectos de ley para restringir el uso de los baños a las personas trans. En 2016, este número saltó a 19. En 2017, la cumbre Values Voters, patrocinada por el grupo antilgtb Family Research Council, trató el tema trans. La ponente Meg Kilgannon propuso la estrategia de separar la T para debilitar el colectivo:

“A pesar de su reciente éxito, la alianza LGTB es muy frágil, y les activistas trans necesitan al movimiento pro derechos de los homosexuales para legitimarse. La identidad sexual por sí sola es demasiado débil. Si se separa la T de la sopa de letras, tendremos más éxito”.

La forja de una estrategia

El 8 de marzo de 2023, la activista de ciberseguridad maia arson crimew publicó en su página web 2.600 correos electrónicos que van de 2019 a 2021 y que arrojan luz sobre el origen de esta ofensiva. Estos correos fueron filtrados por la exdetransicionadora Elisa Rae Shupe, que en su página web y en varias entrevistas contó hasta qué punto la comunidad antitrans se aprovechó de su frágil estado de salud mental para empujarla a la detransición.

Aunque los expertos antitrans enarbolan una supuesta fe en la ciencia y la biología, sus mensajes en privado revelan otra historia: los ataques contra los derechos trans se elaboran con motivaciones religiosas y cálculos políticos que no están basados en evidencia científica alguna.

La conversación comienza en 2019, cuando el representante republicano del estado de Dakota del Sur, Fred Deutsch, escribió a 18 activistas, médiques y abogades antitrans presentándoles un proyecto de ley para criminalizar la atención médica de afirmación de género a las personas trans menores de 16 años. “Estoy seguro de que será una dura batalla cuando lleguemos a la sesión”, contaba Deutsch, e instaba a sus colaboradores a tratar el tema con discreción.

Entre los participantes se encuentran grupos de presión fundamentalistas muy conocidos. Está la Alliance Defending Freedom, un grupo evangélico ultraconservador cuyos esfuerzos se centran en la erradicación de los derechos LGTBIAQ+, la ampliación de la influencia cristiana en la esfera gubernamental, y la erradicación del aborto. Otras organizaciones extremistas se ocultan bajo nombres más inocuos: la Society for Evidence-Based Gender Medicine, financiada por la familia Trump, así como la American College of Pediatricians, designada como grupo de odio por el SPLC y cuyo nombre intenta inducir confusión con la American Academy of Pediatrics, están entre las participantes. También puede encontrarse al diácono Patrick Lambert, director de Courage International, una organización de conversión homosexual, y Vernadette Broyles, una de las responsables de la ley ‘Don’t say gay’.

Sin embargo, en las conversaciones se encuentran también nombres de organizaciones supuestamente feministas, como el de Kara Dansky, miembro de WoLF o Women’s Liberation Front. Todes les participantes comentan maneras de hacer retroceder los derechos trans y desmantelar su atención médica. El lenguaje utilizado es el del fundamentalismo: “No retrocedáis ni tengáis miedo. Sabed que el Señor está con vosotros. Los hijos de Dakota del Sur le pertenecen”, escribió en 2020 Vernadette Broyles, abogada y presidenta de la “Child & Parental Rights Campaign” ( en castellano, “Campaña por los Derechos de Niñes y Progenitores”, con sede en Georgia, que se opone a la “ideología de género”.

La propuesta de Deutsch, llamada Vulnerable Child Protection Act, o Ley de protección de niñes vulnerables, fue rechazada en el Senado en 2020 después de que un grupo de médiques se presentara en la Cámara de Representantes de Dakota del Sur para argumentar a favor de las terapias afirmativas. No obstante, fue pionera y abrió la puerta a la reciente oleada de legislación anti-LGBT. Desde entonces, al menos 18 estados han presentado sus propias versiones de esta propuesta. En los correos filtrados, se revela cómo esta propuesta se convirtió en una plantilla utilizada por los movimientos antitrans para la acometida de ataques.

El propio Deutsch comenta en los correos cómo la legislación está redactada por “puro cálculo político”, sin ninguna base ni evidencia real. Más tarde, en los mensajes a Vernadette Broyles y a otros participantes, hablan sobre cómo elevar este límite de edad hasta los 26 años. De nuevo, repiten que los beneficios que pueda tener la terapia afirmativa no son relevantes: el objetivo era prohibir que las personas trans recibieran atención médica.

Deutsch consulta también al resto de participantes sobre cómo desmentir una declaración de la ACLU que revelaba que la aceptación de la niñez trans resultaba en una reducción drástica del suicidio. En la misma conversación, Michelle Cretella, presidenta del American College of Pediatricians, afirma que la estrategia debía ser centrarse en historias personalizadas para contrarrestar datos. En sus propias palabras: “Son las historias, no los hechos, los que impulsan a la gente a actuar”.

Quien participa de la conversación parte de un rechazo total a la evidencia científica. Las conversaciones están plagadas de citas bíblicas y argumentos religiosos, argumentando una misión divina. Al enterarse de que en Wisconsin el tratamiento de afirmación de género estaría cubierto por Medicaid, Michelle Cretella declaró: “El Diablo nunca duerme. Rezo cada vez con más frecuencia por la Segunda Venida”.

Otros mensajes estaban centrados en la manipulación del lenguaje. La Kelsey Coalition pidió al fundador de la SEGM no utilizar la palabra “cis” para no prestar legitimidad a la “ideología trans”. Richard Mast, de Liberty Counsel, llegó más allá y aconsejó al grupo que evitaran el término “trans”.

El endocrino Michael Laidlaw, seleccionado por Ron DeSantis para defender la prohibición de tratamientos a menores en Florida, dice: “Uno de mis objetivos definitivos a largo plazo es asegurarme de que la Endocrine Society quede avergonzada, humillada públicamente, y que sea despiadadamente denunciada por la multitud de detransicionadores”.

Estas declaraciones, junto con las de William Malone del SEGM y Michelle Cretella, chocan frontalmente contra la evidencia de que la detransición es un fenómeno minoritario: el estudio sueco de Cecilia Dhejne, que sigue a personas trans a lo largo de 50 años, indica que solo un 2% de personas detransicionaron, y que la transición está asociada a mejoras en la calidad de vida. En una encuesta de 2015 en Estados Unidos, que abarcó a 28.000 personas trans, la tasa de detransición fue del 8%, pero de estos, un 62% de detransicionadores citaron factores externos, como discriminación y falta de aceptación.

Les participantes de los correos son conscientes de que su transfobia no tiene una base de evidencia y de que lo que quieren conseguir va en contra de los estándares de atención médica. Miembros como Michelle Cretella, Michael Laidlaw y Will Malone discuten cómo crear unas normas alternativas. Will Malone fue uno de los fundadores de la SEGM, sobre cuyas directivas se basó la prohibición de atención médica a personas trans en Florida y que obligó a miles de jóvenes a detransicionar o abandonar sus hogares. La SEGM formó parte de la junta médica de Florida. Entre sus miembros está Patrick Hunter, miembro también de Genspect. Este último es un grupo defensor de las terapias de conversión que promueve el mito de la DGIR, la idea de que la disforia de género en menores está causada por contagio social.

Algunes de les participantes parecen darse cuenta ocasionalmente de sus actitudes discriminatorias. En un taller de uso del lenguaje, alguien dice que los hombres y las mujeres trans requieren un trato “separado pero igual”. Un miembro del Liberty Counsel objeta a esto, recordando que “separado pero igual” evoca la doctrina de la segregación racial.

Estos emails filtrados constituyen evidencia de que estos grupos están creando una legislación deliberadamente discriminatoria y que va en contra de la evidencia científica. Creen que las personas trans somos obra de Satán y que se nos debe eliminar.

En una época en la que las personas trans sufren ataques y amenazas constantes y vemos cómo se intenta deslegitimar nuestros derechos, cuando los problemas de salud mental han empeorado en nuestra comunidad, asusta ver cómo un grupo de individuos pequeño pero con capacidad estratégica ha empeorado las vidas de todes nosotres. Asusta asimismo la impunidad con la que las tesis tránsfobas manufacturadas, como la DGIR, las tasas de criminalidad, o las detransiciones, se están utilizando en nuestra contra.

 

Bibliografía y enlaces: 

Inside the Secret Working Group That Helped Push Anti-Trans Laws across the Country”. (Mother Jones).

2023 Anti-Trans Bills | Track Trans Legislation

The Making of a Detransitioner (Xtra Magazine. 15 de marzo de 2023).

Mapping Attacks on LGBTQ Rights in U.S. State Legislatures”. (American Civil Liberties Union)

“Tracking The Elisa Rae Shupe Email Leak Via Investigative Journalism”. (Elisa Rae Shupe, 25 de marzo de 2023).

Transphobia, maia arson crimew in, et al. “The Emails – 2600 Pages of Hate”. Maia :3, 8 de marzo de 2023, https://maia.crimew.gay/posts/the-emails/.

Primesays, Brandi K. L. “The List: Rats Now Attacking Elisa Rae Shupe For Having Mental Illness As A Defense”. Elisa Rae Shupe, 20 de marzo de 2023, https://elisashupe.wordpress.com/2023/03/20/the-list-rats-now-attacking-elisa-rae-shupe-for-having-mental-illness-as-a-defense/.

GenderGP. “Detransition Facts: Debunking Well Funded Misinformation”. GenderGP Transgender Services, 21 de junio de 2021, https://www.gendergp.com/detransition-facts/.