Fue una mujer trans de la Valencia del siglo XV que fue ahorcada a consecuencia de su identidad sexual y actualmente es un icono para la defensa de los derechos LGBTIQA+ en Valencia.
Se cree que fue hija de un importante notario de Mallorca y debió frecuentar los círculos de la alta sociedad valenciana de la época. Fue apresada, torturada y ejecutada en la horca de la Plaza del Mercado de la ciudad de Valencia, como se practicaba en la Edad Media con les asesines, parricidas, uxoricidas y sodomitas, en este caso por identificarse con el género femenino y comportarse y vestirse como tal.
A mediados de la década de 1990, el profesor Vicent Josep Escartí escribió un artículo sobre los hechos en torno a la muerte de Margarida Borràs, que alcanzaría gran relevancia entre los colectivos LGBTIQA+ de la ciudad de Valencia, de tal manera que, en 1995, Lambda, Col·lectiu de lesbianes, gais, transsexuals i bisexuals de València instauró el Premio Margarida Borràs a las personas y entidades que destacan por su trabajo contra la discriminación por identidad sexual, así como por la defensa de los derechos del colectivo LGBTIQA+, como homenaje a la primera persona que consta que murió en Valencia por el odio y la discriminación motivados por el hecho de mostrarse tal y como se sentía.
En enero de 2016, el Consejo por la Mujer y por la Igualdad del Ayuntamiento de Valencia decidió dedicarle una calle junto a otras 36 mujeres que no han tenido la oportunidad de obtener conmemoración a lo largo de la Historia. Y el 17 de mayo de 2017, fue colocada una placa en su memoria en la Plaza del Mercado, donde fue ejecutada.