Fuente (editada): ovejarosa | Gloria Moreno | 24 agosto, 2016
El documental Vera y Victoria, dirigido y realizado por Gema Sanz Calvo, nos introduce de lleno en el proyecto que la fotógrafa Mar Sáez realizó sobre Vera, una mujer que reivindica la normalidad y visibilidad de la transexualidad, y nos explica cómo dicho proyecto fue evolucionando cuando se dio cuenta de que lo realmente importaba era la historia de amor que Vera vive con Victoria.
El proyecto de Mar, que comenzó en 2012 como un diario visual en blanco y negro, fue cobrando forma tras cada encuentro con ellas y, gracias a la empatía y profunda conexión que se formó entre las tres, logró crear un retrato íntimo de esta joven pareja y de la riqueza de su relación
Gema Sanz, nos permite adentrarnos en ese vínculo formado entre las protagonistas y la fotógrafa y nos muestra, a su vez, la perspectiva de Mar respecto al proyecto, y los sentimientos e inquietudes de sus protagonistas, Vera y Victoria.
El documental fue seleccionado para participar en la 28 edición del festival internacional de CineFable, en París. Anteriormente, ya había sido exhibido en el festival LesGaiCineMad y en PhotoEspaña’16.
«Vera Navarrete y Victoria Bru son dos jóvenes de 26 y 22 años que comparten un proyecto de vida común e ignoran los prejuicios de otras personas. Sencillamente son dos mujeres que se aman. Se complementan, se atraen y se comprenden. Caminan juntas en la misma dirección y, paralelamente, conservan su propio espacio.«
Gema Sanz nos explica: «Lo que me interesaba era normalizar la relación entre dos mujeres simplemente mostrando su amor. Podía haber ahondado sobre la transexualidad y la cantidad de trabas que pone la sociedad injustamente, pero lo que pretendía era reflejar su historia, la que a mí me gustaría ver más en medios de comunicación y en el cine. Historias de amor, ilusión y vida normales entre dos personas del mismo sexo, y lograr expresar esos sentimientos».
Vera y Victoria
El día que Vera besó por primera vez a Victoria le confesó que era trans. Fue en un parque. No cambió nada. Durante los cuatro años que pasaron juntas se amaron como nunca antes amaron a nadie. En esa etapa de sus vidas Vera y Victoria dejaron de ser dos personas para convertirse en una. Juntas construyeron un hogar común colmado de sueños y proyectos de futuro.
El proyecto es un diario visual comprendido entre 2012 y 2016 en el que retrato el universo íntimo de Vera y Victoria. Un universo en el que surgen renovados matices de la riqueza de una relación como la suya. Ni mejor, ni peor que las demás.