Elsa Ruiz es ilustradora, cómica y youtuber reconocida por compartir sus vivencias como mujer trans y feminista
Fuente (editada): LA RAZÓN | Marilyn Dos Santos | 22-02-2021
Elsa Ruiz dice estar hecha de retales. Recortes de los cómics del maestro Francisco Ibáñez y escenas completas de las historias sin caducidad de Matt Groening. Imágenes en blanco y negro bajo la marca de Universal Pictures y gags y chascarrillos de Ana Morgade, Sil de Castro o Virginia Riezu. El recuerdo de haber aprendido a escribir en un colegio masculino y a grabar y locutar en una universidad católica. Principios y finales de muchos libros, pero, sobre todo, consejos de un padre, sonrisas de una madre, arrumacos de una hermana y el apoyo de su pareja. «Elegí mi nombre porque así se llamaba la actriz que interpretó a la novia de Frankenstein en la secuela de la película de James Whale; al fin y al cabo, soy una especie de monstruo que se ha ido cosiendo a partir de las referencias que le gustan y quitando las partes de sí misma que ya estaban gangrenadas y muertas», se describe entre gestos de puntadas y desgarros la youtuber madrileña.
La primera vez que Elsa Ruiz se subió a un escenario lo hizo frente a su familia y a un puñado de amistades en un bar en el número 17 de la calle de Segovia. Durante aquel «bautismo» como monologuista, Elsa aprendió que la reacción espontánea de una persona cualquiera desde la barra del local puede generar más aplausos que el chiste escrito con el mayor de los mimos y que si se coloca las gafas en la punta de la nariz, el público, convertido en una masa borrosa de colores, no impone tanto. «Sigo poniéndome nerviosa, pero lo que era un nerviosismo por inseguridad, ahora es porque me importa lo que hago», asegura la cómica cuando está a punto de cumplir 34 años y sigue triunfando con su monólogo «Pizza con piña».
Antes de esa actuación, Elsa había empezado a marcar su camino en el mundo del humor a través del dibujo: «Quiero agradecérselo a todo el profesorado aburrido que he tenido y que me motivó a llenar mis cuadernos de garabatos», confiesa la ilustradora. Y después llegó la radio, en la que se inició saltándose una clase para asistir a una prueba de la emisora de la facultad que le abriría las puertas a un medio que hoy sigue disfrutando como el primer día: «Me enamoré de la radio en la universidad y 15 años después seguimos teniendo una relación muy bonita», dice nostálgica la que es colaboradora en el programa «Tarde lo que tarde» de RNE, conducido por Julia Varela. Pero quizás lo que la hizo más popular fue su paso por televisión de la mano del controvertido Risto Mejide y su «Todo es Mentira» en Cuatro que, en palabras de Elsa Ruiz, «vino como se fue».
No obstante, por lo que es más conocida hoy esta mujer es por su canal de Youtube, espacio en el que comparte la vivencia de su tránsito como mujer trans «desde una perspectiva nueva, que es la del humor, porque siempre se ha asociado a las personas trans con lo marginal y lo trágico», explica Elsa, que sigue contundente: «Sufrimos por la legislación que no cambia y por la violencia que sigue existiendo, pero nuestras vidas son plenas y no queremos miradas de pena ni condescendencia».
Y ahora, cuando el borrador de una norma que a quienes atañe aseguran «será ley» ha avivado el debate dentro del feminismo sobre el derecho a la autodeterminación de la identidad sexual, Elsa Ruiz argumenta: «Convivir cuando sales del armario con que te entiendan como una persona enferma no es vida para nadie; es un examen continuo, tanto en la calle como en la administración, y no podemos perder la mayor parte de nuestro tiempo en demostrar quiénes somos, ¡es que me es más fácil sacarme una licencia de armas que el DNI!». Y dirigiéndose directamente a ese sector feminista transexcluyente, la cómica apela a sus propias consignas, al mítico, «hermana, yo sí te creo», para poner fin al cuestionamiento de la identidad de las mujeres trans.
Aun así, pese a la transfobia, Elsa Ruiz está rodeada de mujeres que la han ayudado a remendar cada una de sus costuras desde un movimiento en el que caben todas las mujeres, en su diversidad y sororidad. Mujeres como su hermana Marta, su novia Gema o su madre Mariví, que el día en que vio a su hija salir a la calle por primera vez sin su disfraz de hombre se sintió más que nunca reflejada en ella y en sus retales.
– ¿Por qué rechazaste ser la pregonera del Orgullo LGTBIQ+ 2020 en Alcalá de Henares?– Por el argumentario tránsfobo de Carmen Calvo. Si el PSOE nos está exigiendo una situación de transexualidad estable acreditada y dos años de hormonación, yo le exijo al PSOE una situación de ideología estable y al menos dos años manteniendo la misma opinión. |