(Tucumán, 1975 – Buenos Aires 2015). Fue una de las principales activistas del movimiento de derechos humanos y de la lucha por el reconocimiento y la inclusión social del colectivo trans en Argentina.
A los 17 años comenzó a vivir de acuerdo a su identidad siendo encarcelada en varias ocasiones, debido al código de faltas de la Provincia de Buenos Aires, que criminalizaba la transexualidad. En la prisión se acercó al Partido Comunista, del que fue parte.
En 2001 creó el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), organización de lucha contra toda forma de discriminación, especialmente la que compromete a personas LGBTIQA+. Como presidenta de MAL fue impulsora de numerosas medidas y proyectos, como el cupo laboral trans.
En 2014 fue elegida Secretaria Trans Alterna del Consejo de ILGA (Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex) en la Conferencia Mundial de esta organización en la Ciudad de México. También formó parte del Frente Abolicionista Nacional (FAN).
Participó en el Frente Nacional por La Ley de Identidad de Género, donde desempeñó un papel fundamental para el logro de su aprobación, recibiendo en 2012, de manos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, su DNI de acuerdo a su identidad. Diana fue asesinada en 2015, lo cual generó una gran conmoción social y movilizaciones pidiendo justicia.