Nació en 1966, en Berlín, Alemania. Fue un destacado lanzador de peso de la Alemania Oriental. Con 14 años, Krieger empieza a practicar deporte en una escuela especial para atletas, dando así comienzo a su carrera como atleta profesional. Su físico y su constancia lo hacen progresar rápidamente, y pronto se convierte en una promesa en la especialidad de lanzamiento de peso. Tantas esperanzas puestas en su carrera, hacen que su entrenador enseguida empezara a proporcionarle sustancias dopantes.
Su mayor éxito llegó en 1986, cuando ganó la medalla de oro en el Campeonato Europeo de Atletismo de Stuttgart, al alcanzar su bola 21,10 metros de distancia.
“Al principio estaba muy feliz. Ver a la gente levantada y aplaudiendo. Pero el problema fue que me di cuenta de que yo no encajaba ahí. Y no porque no me gustara este deporte sino porque sentía que no pertenecía a ese grupo de…mujeres. Pero, en ese momento no sabía por qué no encajaba ahí”.
En 1991, con apenas 24 años y con un cuerpo totalmente transformado por los anabolizantes y las hormonas, Andreas se retiró al no poder lidiar más con el dolor crónico en sus caderas y extremidades.
El año 1995 marca un punto de inflexión en su vida porque un amigo y compañero de trabajo le explicó que la confusión interna que había estado sufriendo podía ser debido a que era un hombre trans. “En ese momento me puse a llorar, por alivio, por nervios y por enfrentarme a la realidad de toda una vida”.
En 2000, Krieger declaró como testigo en el proceso contra la jefatura del programa de deportes, contra el presidente del Comité Olímpico de Alemania Oriental y contra el director médico del equipo de Alemania Oriental. “La decisión sobre mi identidad sexual me fue robada”, señala Andreas. “Jugaron a ser Dios y me utilizaron sin preguntarme. Tomaron decisiones sin tomarme en cuenta y sin importarles qué pasaría conmigo». Le enfurece que fueran principalmente los esteroides los que parecieron tomar la decisión por él, dejándolo incapaz de descubrir por sí solo su verdadera identidad sexual.
En 2002 se casó con la ex nadadora Ute Krause, que también fue víctima del dopaje de Alemania del Este.