La actriz de ‘Sexo en Nueva York’, y excandidata a gobernadora, defiende la importancia del activismo y la libertad para vivir tu sexo y tu sexualidad.
Fuente (editada): EL PAÍS | 28 MAY 2020
La actriz y excandidata a gobernadora de Nueva York, Cynthia Nixon, ha defendido la importancia del papel de les progenitores con la prole que la sociedad señala como diferente. Y lo ha hecho con conocimiento de causa. La intérprete, conocida por su papel de Miranda en la exitosa serie Sexo en Nueva York, ha participado en una charla en el podcast Homo Sapiens, donde ha hablado de cómo se sintió cuando su hijo mayor, Samuel, le reveló que era trans. “Me hijo no me dijo que era trans hasta que empezó la universidad. No tuve ningún indicio de que lo fuese hasta que él me lo dijo. Pero antes de saberlo leí un largo artículo sobre esas familias de niñes preadolescentes que están luchando por esto. […] Y había un padre que decía que en cierto momento le pareció que debía decidir entre tener un hijo muerto o una hija viva. Después de leer eso, pensé ‘¿qué más hay que decir?”, ha reflexionado Nixon, que ha insistido en que la responsabilidad de les progenitores en estos casos es, principalmente, escuchar a su descendencia: “Puedes tener todos los argumentos que quieras, pero el hecho es que, como adre, como ser humano, deberías escuchar lo que alguien te dice de sí misme”.
“Salvando las distancias es como cuando hace 30 o 40 años los argumentos dados a las personas homosexuales eran: ‘Esto es solo una fase’ o ‘vas a salir de ésta”, ha concluido la actriz. Ésta no es la primera vez que Nixon, gran defensora de los derechos LGTBIQ+ y casada con Christine Marinoni, habla en público del tránsito social que realizó su hijo, pues hace dos años ella misma publicó en su cuenta de Instagram una imagen de ambes con el siguiente mensaje: “Orgullosa de la graduación de mi hijo Samuel Jospeh Mozes (llamado Seph) en la universidad este mes. Lo celebro por él y por todas las personas que están apoyando el #DíaDeAcciónTrans”.
Cynthia Nixon, de 54 años, se separó en 2003 del que fue su pareja desde la universidad, Dany Mozes, un fotógrafo y profesor con quien tuvo dos hijos, Charles, de 18 años, y Samuel, de 23, o Seph, como le llaman en familia. Tras su separación, Nixon empezó a salir con una mujer llamada Christine Marironi, una trabajadora del Departamento de Educación de Nueva York y conocida activista en el mundo de la enseñanza pública. Se casaron en 2012, un año después de su compromiso y de que naciese su hijo Max. La pareja vive en Manhattan y es asidua a la congregación Beit Simchat Torah, la mayor sinagoga LGTBIQ+ del mundo. La actriz contempla aquel episodio como un cambio corriente de pareja: “Nunca sentí que hubiese una parte de mí que despertó o salió del armario; no hubo lucha ni represión. Conocí a una mujer, me enamoré de ella y soy famosa”, dijo hace unos años en New York Magazine sobre el interés que suscitó entonces su orientación sexual.
Aunque no acostumbra a hablar de su vida privada, el pasado octubre la actriz desveló que el padre de Max es el diseñador Michael Growler —casado a su vez con otro hombre, William Bowers—, un gran amigo de la pareja que trabajó con Nixon en la serie Sexo en Nueva York. “Cuando tu papá es modisto y tú siempre quisiste ser Pennywise”, escribió la estrella en su Instagram junto a una fotografía de Growler y su hijo Max.
Ambas parejas disfrutan de tiempo junto al pequeño Max, de nueve años y, a su vez, Nixon y Marinoni se complementan para dirigir a esta diversa familia a la que de vez en cuando se une también el exmarido de la actriz, Dany Mozes. “Quizá, simplemente, es que tengo mucha suerte. Pero siento que Christine es increíble con nuestros niños…porque son nuestros niños”, dijo la intérprete en 2010.