A pesar de que la nueva ley trans no permite el cambio de sexo legal a menores de menos de 12 años, María ha conseguido tener un DNI que la reconoce como niña

Fuente (editada): NEWTRAL | Noemí López Trujillo | 10 ENE 2024

El sueño de María es ser patinadora profesional. Acaba de federarse para poder participar en competiciones, concursos y exhibiciones. Como el resto de sus compañeras. Sin embargo, a diferencia de ellas, María, que tiene ahora 9 años, ha tenido más obstáculos: el principal, conseguir un DNI de acuerdo a su género. Algo que no resulta tan fácil teniendo en cuenta la ausencia de mecanismos en la ley para que menores trans —de menos de 12 años como María— puedan modificar su mención registral del sexo.

La madre de María, Marta Caballero, explica a Newtral.es que su hija comenzó la transición cuando tenía tres años: “No teníamos ni idea de lo que pasaba pero había muchas señales, como sus enfados cuando la tratábamos en masculino como a su hermano gemelo. La llevamos al pediatra y este, tras explicarle todo bien, nos recomendó ir al servicio público de atención a personas trans, Trànsit [en Barcelona]”. Allí les ayudaron con el proceso de acompañamiento: lo contaron en el colegio de la mano de un cuento infantil y en 2019 procedieron a cambiar su nombre en el Registro Civil, gracias a la instrucción de 2018 de la Dirección General de los Registros y del Notariado.

“Mi hija tiene dos hermanos, uno gemelo y otro un poco más mayor. Ellos ya estaban con su DNI, federados en su club de fútbol… Pero María no. Era el último paso porque María tenía toda la documentación autonómica cambiada. Íbamos a esperar a que se aprobase la ley trans estatal pero cuando vimos que dejaba fuera a les menores de menos de 12 años, decidimos intentarlo cuanto antes”, relata Marta.

Y así fue. En diciembre de 2022, dos meses antes de la aprobación definitiva de la ley trans y LGTBI, la familia de María, acompañada de la asociación Euforia, cursó la solicitud en el Registro Civil de Sant Feliu de Llobregat, que fue resuelta de forma favorable en noviembre de 2023 y que ya es firme. La realidad es que haber solicitado el cambio de la mención registral del sexo antes de la aprobación de la ley 4/2023 les benefició. Como explica en su auto el letrado Enrique Folgado, al frente de este registro, la ley estatal de 2023 no prevé ningún mecanismo de reconocimiento de la identidad sexual para menores de menos de 12 años “sin que su exposición de motivos razone o explique los motivos de tal olvido o exclusión”. Por eso, aplicó la ley de 2007.

La ley y las personas menores trans: reconocimiento del género a partir de los 12

Hasta la entrada en vigor de la ley 4/2023, conocida como ley trans y LGTBI, la ley que regulaba el procedimiento del cambio del sexo legal era la ley de 2007, que solo permitía la modificación a partir de los 18 años y con determinados requisitos: hormonación durante al menos dos años e informes médicos con diagnóstico de disforia de género. Sin embargo, como el propio letrado del Registro Civil de Sant Feliu de Llobregat señala, la exclusión de las personas menores en esta ley fue “parcialmente subsanada” por el Tribunal Constitucional cuando en 2019 declaró inconstitucional el precepto de la mayoría de edad por excluir a menores “con suficiente madurez y en situación estable de transexualidad”.

Como explica a Newtral.es Natalia Aventín, presidenta de Euforia y madre de un chico trans, Patrick, cuyo caso fue sobre el que se pronunció el Constitucional en 2019, “eso abrió una puerta para que les menores trans pudiesen cambiar su mención registral del sexo, pero lo tenían que hacer atendiendo a los criterios patologizantes que la ley exigía para les mayores de edad”. Sin embargo, poco a poco comenzaron a emitirse algunos autos favorables al cambio de sexo legal en menores sin que los jueces tuviesen en cuenta estos requisitos, solamente mediante una entrevista a solas con la persona menor para evaluar su madurez y su capacidad de entendimiento.

Un ejemplo es el auto de 2022 del juez al frente del Registro Civil de Ourense, Darío-Carpio Estévez, quien tras una entrevista con A., que entonces tenía 8 años, resolvió a favor del cambio de la mención registral del sexo. Como explicaba a Newtral.es el magistrado, siguió “la vía menos patologizante”. “Estuve mirando lo que decía la ONU, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos internacionales. Hay consenso respecto a no considerarlo una enfermedad. Así que solo hice mi trabajo, que era escuchar al menor”, apuntaba Darío Carpio Estévez a este medio. El letrado Enrique Folgado, del registro de Sant Feliu de Llobregat, señala a Newtral.es que “en el momento de resolver [en el caso de María] siempre tuve muy presente su auto”, dice en referencia a la resolución de Darío-Carpio Estévez.

Sin embargo, cuando el magistrado resolvió a favor de A. lo hizo bajo la ley de 2007, declarada parcialmente inconstitucional por excluir a menores. Pero Folgado lo hizo ya con la ley de 2023 en vigor, que prevé mecanismos de reconocimiento legal de su identidad sexual para menores a partir de los 12 años, pero excluye a les de menos de esa edad.

¿Qué ha pasado con este auto? ¿Por qué se ha aplicado la ley de 2007?

Como apunta a Newtral.es el abogado Saúl Castro, especializado en derechos LGTBIQA+, “el letrado ha aplicado la ley que estaba en vigor en el momento de la solicitud, la de 2007, que después del pronunciamiento del Constitucional sí daba la posibilidad de modificar la mención registral del sexo en menores”. Castro recuerda que este sistema no era perfecto, ya que “dependía de la arbitrariedad del registro”.

Como señala este abogado, “la ley trans y LGTBI aprobada en 2023 especifica que se aplicará la ley de 2007 en los procedimientos iniciados antes de la entrada en vigor de la nueva ley a no ser que el interesado pida la reconducción de su solicitud hacia la nueva ley”. “En muchos casos la ley nueva va a ser más favorable. Pero en los casos de menores de menos de 12 años, no. Si la familia de María hubiese cursado la solicitud con la nueva ley en vigor, el letrado no habría tenido más remedio que denegar la solicitud porque la nueva ley no permite este cambio en menores de menos de 12 años”, añade Castro.

En este sentido, Natalia Aventín recuerda que “aunque el letrado ha aplicado la ley de 2007, no ha aplicado los requisitos patologizantes, por lo que ha escogido la vía más favorable para María”. La presidenta de Euforia recuerda que “la nueva ley es más favorable en la mayoría de los casos y es un gran logro, pero es cierto que las personas menores de menos de 12 años quedan desamparadas”.

Aventín considera que esta cuestión acabará llegando al Tribunal Constitucional. “De nuevo, son años de lucha esperando que el poder judicial resuelva las lagunas del poder legislativo”. Como apunta Saúl Castro, “llegar al Constitucional es un proceso lento que dependerá de que un juez eleve la causa o cuando a una persona menor de 12 años que quiera cambiar su mención registral del sexo se lo denieguen y tenga que ir por todo el sistema de recursos hasta llegar al Constitucional”.

Marta Caballero, madre de María, pide que haya “menos ignorancia respecto a las infancias trans”: “Mi hija le explicó [al letrado] su vida, ni más ni menos. Cómo la llaman sus amigas y sus abuelos, que le encanta patinar pero también bailar, que tiene dislexia…”. En su auto, Folgado señala que María no mostró “titubeos ni dudas sobre su género sentido”. Y prosigue: “Esta forma de sentirse es exteriorizada por ella de una forma tan radical y, al mismo tiempo, tan natural que su propio entorno lo vive junto a ella de la misma manera”.

Tras el cambio de la mención registral del sexo en el Registro Civil, María pudo solicitar un DNI acorde a su identidad. “Está contentísima, se lo va enseñando a todo el mundo”, dice su madre. Y bromea con que “al final lo va a perder y todo”.

Fuentes

Auto del letrado Enrique Folguera, a cambio del Registro Civil de Sant Feliu de Llobregat, que resuelve a favor del caso de María

Marta Caballero, madre de María

Saúl Castro, jurista y abogado especializado en género y derechos LGTBIQA+

Natalia Aventín, presidenta de Euforia