En esta entrevista ONUSIDA habla con Evelyn Paradis, Directora ejecutiva de ILGA-Europe, la Asociación Europea de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex, de la protección de los derechos de las personas LGBTIQ+ durante las crisis humanitarias.

Fuente (editada): ONUSIDA | 16 MAY 2022

¿Cómo afectan a las personas LGBTIQ+ en concreto las crisis humanitarias?  

Las crisis humanitarias afectan a todes; sin embargo, a veces, algunas comunidades necesitan una respuesta específica debido a las vulnerabilidades que ya sufrían. Estas vulnerabilidades concretas provocan una sensación de inseguridad ante la provisión de refugio seguro, alimentos de primera necesidad y asistencia médica por parte de las organizaciones humanitarias. No saber si se les tratará sin discriminación, serán bienvenides o se les cuidará es una barrera para las personas que acceden al apoyo humanitario.

ILGA está muy comprometida con la crisis de Ucrania.  ¿A qué desafíos se enfrentan principalmente las personas LGBTIQ+ afectadas por la guerra? 

En la crisis de Ucrania, vemos que las personas LGBTIQ+ no se encuentran integradas de facto en las cadenas de suministro de primera necesidad. En este momento no están aseguradas en los paquetes humanitarios ni la medicación para la transición y específica para las personas intersex, como la terapia hormonal sustitutiva, ni hasta cierto punto las medicinas para las personas que viven con el VIH. Además, un porcentaje significativo de la comunidad LGBTIQ+ no pueden ver cubiertas sus necesidades básicas por culpa de las desigualdades socioeconómicas que ya sufrían.

Las mujeres trans que tengan una mención registral masculina en sus documentos pueden verse obligadas a unirse al ejército o se les impide salir del país con otras mujeres, lo que las coloca en una situación que podría ser más perjudicial.

También es un problema el acceso a refugios seguros. En Ucrania, muchas personas LGBTIQ+ abiertas con su pertenencia al colectivo no se sienten seguras en refugios comunes y personas que están desplazadas de forma interna denuncian que sufren discriminación cuando quieren alquilar un apartamento. Por consiguiente, muchos de los grupos LGBTIQ+ han construido refugios para apoyar a sus comunidades. Algunas de las personas que se han quedado y no se ocultan han sido víctimas de ataques físicos, pues la LGTBIQfobia ya era un problema en Ucrania antes de la guerra.

Todo esto ocurre mientras las personas LGBTIQ+ se enfrentan a los mismos problemas que las demás: dinero, alimento, cuidado de los seres queridos y mucho más.

¿Qué hacen para ayudar las organizaciones como ILGA? 

Enviamos apoyo económico directo a los grupos que se quedan en Ucrania y proporcionamos ayuda directa a sus comunidades, así como a los grupos LGBTIQ+ en los países de acogida.  También trabajamos activamente para movilizar recursos para todos los grupos LGBTIQ+ que trabajan apoyando a las personas LGBTIQ+ en Ucrania y en el extranjero.  Trabajamos con grandes grupos y organizaciones humanitarias como ONUSIDA y las conectamos con las necesidades sobre el terreno, mientras que abogamos, junto con las instituciones y los gobiernos europeos, por la actuación tanto en apoyo de las comunidades LGBTIQ+ en Ucrania como de las personas LGBTIQ+ que han salido del país.

¿Qué se puede hacer para cubrir mejor las necesidades específicas de las personas LGBTIQ+ durante las crisis humanitarias?  

Lo que vemos es que no se ha introducido la perspectiva LGBTIQ+ en el trabajo humanitario y en el desarrollo de medidas de protección, como la protección frente a la violencia de género o el acceso a los medicamentos. Tenemos que empezar de cero en muchos sentidos, entre ellos, estableciendo contactos con colaboradores del sector humanitario.

Si bien todavía es pronto para realizar recomendaciones específicas en esta crisis concreta, no cabe duda de que aprenderemos mucho del trabajo que se está llevando a cabo, para asegurarnos de que en el futuro se integren la perspectiva LGBTIQ+ y su necesidades en las respuestas de las colaboraciones humanitarias desde el principio.

Muchas organizaciones de la sociedad civil y de la comunidad apoyan a las personas LGBTIQ+ afectadas por la guerra en Ucrania.  ¿A qué desafíos se enfrentan al llevar a cabo esta importante labor?  

La mayor parte de las organizaciones LGBTIQ+ no se crearon para realizar trabajos humanitarios; sin embargo, están cubriendo necesidades básicas, además de realizar la labor que ya hacían para sus comunidades. Pero no pueden hacerlo todo. Si se convierten en la base del apoyo y la asistencia, muchas otras tareas, como la lucha por los derechos, no se llevarán a cabo.  Esto es cierto tanto en Ucrania como en los países de acogida.

Las desigualdades, el estigma social, la discriminación y la violación de los derechos humanos de las personas LGBTIQ+ siguen impidiéndoles acceder a los servicios sanitarios y del VIH que necesitan. ¿Cómo podemos conseguir un cambio político, legal y social positivo?  

La labor que ya ha comenzado con el sector humanitario demuestra que es una necesidad, pero también una oportunidad.  Si el sector humanitario incorpora una perspectiva LGBTIQ+ y a personas LGBTIQ+ en su trabajo desde el inicio, puede dar lugar a un cambio positivo para estas comunidades, sobre todo en tiempos de crisis.