La transformista luchó durante toda su vida por los derechos del colectivo LGTBIQA+ en la provincia castellonense.
Fuente (editada): el Periódico Mediterráneo | Alejandro Prats | 14·04·21
Si hay una persona que se ha dejado toda su vida por defender los derechos del colectivo LGTBIQA+ en Castellón esa es Pep Aguilar, conocida popularmente como Pepa Wells. Tras unos años luchando contra un cáncer, la provincia castellonense ha perdido a una figura que representa en su máximo esplendor la lucha por conseguir unos derechos de los que apenas se pueden disfrutar hoy en día.
Aguilar, conocido popularmente como Pepa Wells, estuvo toda su vida tratando de normalizar en Castellón el hecho de ser transformista. Tanto era su así su voluntad de cambiar la situación del colectivo, que llegó a participar en la primera manifestación que se realizó en Barcelona en el año 1977 a favor de la Ley de Peligrosidad y Reforma Social. Allí fue donde aprendió el arte del transformismo, aunque también sufrió discriminación por su condición sexual para, posteriormente, volver a la Capital de la Plana. “Pepa volvió más fuerte de Barcelona, todo lo que le pasó se transformó en algo positivo”, afirman desde QueerFest, col·lectiu LGTBI de Castelló, una organización que le conoció perfectamente.
Antes de su periplo en la Ciudad Condal, Wells no tuvo unos inicios fáciles, ya que vivió en una época donde había una represión muy violenta contra quienes eran, pensaban y sentían como él. No obstante, no tuvo reparos es mostrarse tal y cómo era y en ser un espejo donde mirarse muchas personas castellonenses.
Por ello, era un símbolo para toda la comunidad LGTBIQA+ de Castelló, ya que, según explican desde la organización “cuando todo el mundo tenía miedo a decir que era homosexual y a salir del armario, él ayudó con su visibilización a toda la ciudad”. A nivel personal, Wells es definida por quienes mejor le conocen como “un terremoto, una persona luchadora y que nunca le importaba ser visible, siempre estuvo en primera línea luchando por el resto cuando nadie se atrevía”.