Plataforma Trans pide medidas contra la directora del Instituto de las Mujeres tras varias informaciones esta semana que apuntan a supuestos amaños en favor de la empresa de su mujer. FELGTBI+ espera una reacción del Ministerio Igualdad, que el jueves pedía “paciencia” para este alto cargo señalado desde su nombramiento por sus posturas contra las personas trans.
Fuente (editada): EL SALTO | Patricia Reguero Ríos | 20 JUL 2024
“Nunca, nunca tenía que haber sido nombrada una persona con un perfil que ha sido una militante activa en contra de los derechos de las personas trans, incluso rayando en el discurso de odio”. Así se pronuncia Mar Cambrollé, presidenta de Plataforma Trans, tras las informaciones publicadas por El Español desde el martes que han puesto en el punto de mira a Isabel García, directora del Instituto de las Mujeres, por supuestos amaños de contratos en favor de la empresa de su pareja. Unas informaciones que se suman a los motivos que esgrimen quienes ya pedían su dimisión por sus posicionamientos abiertamente transexcluyentes.
Según Cambrollé, el nombramiento de García lanzó dos mensajes muy peligrosos: primero, que la transfobia se premia, porque la ministra de Igualdad designó a una persona que repetía en sus redes sociales los mismos comentarios con los que se ataca a las personas trans. Y, segundo, que la transfobia es una discriminación de segunda y contra la que no cabe actuar con la misma urgencia que si se trata de otras discriminaciones.
Mar Cambrollé (Plataforma Trans): “El Gobierno no puede darle cabida en sus instituciones ni a la transfobia ni a la corrupción, esta mujer debe ser cesada inmediatamente”
Tras las informaciones conocidas esta semana “el Gobierno no puede darle cabida en sus instituciones ni a la transfobia ni a la corrupción”, asegura Cambrollé. “Creo que por transparencia, por el bien de la democracia y por el bien de un gobierno progresista esta mujer debe ser cesada inmediatamente”.
Plataforma Trans ya lamentó el nombramiento de Isabel García cuando se produjo, en noviembre de 2023. La gravedad de esta designación es tal para Plataforma Trans que este colectivo presentó en enero de 2024 un recurso ante el Tribunal Supremo. En él, argumentaba que el nombramiento atentaba contra la dignidad y los derechos de las personas trans e impugnaba la decisión del Consejo de Ministros de nombrarla por entender que no satisfacía los criterios de idoneidad que impone la ley de altos cargos. “Nuestro recurso fue admitido a las 24 horas y estamos todavía pendientes de su resolución”, recuerda Cambrollé.
«¿Con qué argumentos vamos a combatir a la ultraderecha y al odio hacia las personas trans si estamos en los mismos marcos ideológicos? ¿Con qué argumentos y con qué autoridad vamos a denunciar la corrupción del Partido Popular o de otros partidos de la derecha si nosotros también estamos permitiéndolo o incluso miramos hacia otro lado?, se pregunta.
La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales (FELGTBI+) también ha pedido al Ministerio de Igualdad que actúe, con argumentos que apuntan de forma más directa a las informaciones conocidas esta semana y más sutilmente a las posturas transexcluyentes de García.
“El Instituto de las Mujeres es fundamental y no puede estar al mando una persona que está en contra de la igualdad de todas las mujeres y que comparte con un familiar directo una empresa que recibe fondos para la lucha contra el machismo”, decía este jueves en la red social X. “Por mucho que sea legal, ni es ético ni es políticamente aceptable que el familiar de una política reciba dinero público que distribuye a los ayuntamientos una institución que ella dirige”, declaraban.
“Esto hace un daño directo y claro a la credibilidad de la lucha feminista, reforzando los relatos y prejuicios que alimenta la ultraderecha contra la lucha feminista y LGTBI+; su presencia en el instituto no pone ya solo en cuestión a las mujeres trans, socava gravemente la credibilidad de toda la lucha feminista y por extensión, de la LGTBI+”, decían.
García y el ala transexcluyente del PSOE
El nombramiento de Isabel García levantó ampollas entre colectivos de personas trans cuando se produjo, a propuesta de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en noviembre de 2023. Y es comprensible: García se había pronunciado insistentemente en redes en contra de la autodeterminación de género, dejando clara su posición contraria la ley trans y utilizando un lenguaje meridianamente transexcluyente que incluía todos los grandes hits de la teoría de “borrado de las mujeres”.
Y es que García hablaba sin cortapisas de “delirio trans”, pensaba que una ley trans podría perjudicar a la infancia y se refería a los procesos de búsqueda de identidad entre jóvenes como “una moda perniciosa”. “Las mujeres trans no existen” es una de las frases que mejor resumen su posición, como también es significativo que estas palabras se produjeran como respuesta a su compañero de partido, Víctor Gutiérrez, secretario de políticas LGTBI del PSOE —y hoy también diputado en el Congreso—, poniendo de manifiesto que en el PSOE existen posturas enfrentadas.
Una la representa Gutiérrez, que comparte la bandera azul, rosa y blanca en el Día de la Visibilidad Trans y celebra a la activista histórica Manolita Chen. La otra apoyó en 2020 el documento interno “Argumentos contra las teorías que niegan la realidad de las mujeres”, respaldado por responsables muy destacados del PSOE como José Luis Ábalos y la propia Carmen Calvo —autora de “la ley trans pone en riesgo los criterios de identidad del resto de los 47 millones de españoles”— que recogía argumentos contrarios al reconocimiento de derechos de las personas trans.
El nombramiento de Isabel García marcó un cambio de rumbo en el Ministerio de Igualdad: mientras que Irene Montero y su equipo habían defendido una ley trans inspirada en la autodeterminación de género, la nueva ministra ponía su confianza en una persona abiertamente transexcluyente
Su nombramiento solo podía leerse en clave de cambio de rumbo en el Ministerio de Igualdad: mientras que su anterior responsable, Irene Montero, y su equipo habían defendido contra viento y marea una ley trans inspirada en el principio de autodeterminación de género, una defensa que le costó constantes ataques de ese feminismo que se dice radical y se dedica a difundir su discurso antitrans, el nuevo equipo de pronunciaba de forma laxa sobre el apoyo a esta ley desde el Ministerio de Igualdad mientras que ponía en la dirección del Instituto de las Mujeres —organismo adscrito al ministerio— a una persona abiertamente transexcluyente.
En su acción institucional, Ana Redondo actuaba institucionalmente con declaraciones en las se comprometía con la ley trans y actos como el celebrado con motivo del Día Internacional de la visibilidad Trans, en colaboración con Love Rights —y para indignación de los organizaciones que sí han peleado por los derechos del colectivo, como Plataforma Trans o Euforia Familias Trans-Aliadas—, una organización de la que nadie había oído hablar en varios años de intenso proceso de tramitación de la ley trans… como es normal, ya que figura inscrita en el registro de asociaciones con fecha de septiembre de 2023 y su principal representante no es un activista sino un “valiente emprendedor que viene del sector del lujo”, según La Razón.
Las informaciones: mucho contrato, poca formación
El martes 16 de julio, El Español publicó una información en la que apuntaba a que Isabel García y su pareja, Elisabeth García, habrían obtenido 64 contratos de municipios del PSOE para gestionar los Puntos Violeta. La directora del Instituto de las Mujeres habría conseguido docenas de contratos públicos de Ayuntamientos gobernados por el PSOE desde mediados de 2022, unas adjudicaciones con las que habría facturado alrededor de 250.000 euros con las empresas que comparte con su mujer, Elig Consultoría de Igualdad y Diversidad e Imber Consultoría de Igualdad. El jueves 17 de julio, una segunda información describía una alianza con otra empresa, Afianza Global Service SL, para supuestamente crear la apariencia de que concurría.
El viernes, El Español contaba cómo Isabel García habría adjudicado al menos dos contratos de la diputación provincial por un total de 18.700 euros como “experta en igualdad” a Elisabeth García, su esposa, que en aquel momento trabajaba también en Ferraz. Ese mismo día, La Sexta apuntaba a que el currículum que Isabel García presentó en el expediente de su nombramiento para justificar su idoneidad para el cargo no incluía ninguna formación reglada en Igualdad.
El jueves, la ministra de Igualdad pedía “paciencia” y lo hacía después de que Isabel García publicara un comunicado asegurando que había cumplido escrupulosamente la ley, lo que hace pensar que la ministra da por válidas estas explicaciones
La ministra de Igualdad aseguró el martes que había pedido explicaciones y que quería escucharlas. El jueves, pedía “paciencia y humanidad» y le concedía tiempo para explicarse. Lo hacía después de que Isabel García publicara en X un comunicado en el que decía haber cumplido escrupulosamente la ley, lo que llama a interpretar que las explicaciones de García son válidas para la ministra.
Según García, decidió constituir una consultoría de igualdad junto a su mujer cuando no ostentaba ninguna responsabilidad orgánica, institucional ni de ningún tipo en el PSOE. Al ser nombrada director del Instituto de las Mujeres, procedió tal y como le indicó la Oficina de Conflicto de Intereses: la ley le permitía mantener hasta un 10% de las empresas que compartía con su mujer y ella mantuvo a su nombre un 8%. García decía no haber hecho ninguna gestión o recomendación directa o indirecta ante los posibles clientes de las empresas, sean públicos o privados, para favorecer ningún contrato.