En épocas de ciberpatrullaje, donde el Gobierno nacional apeló a las Fuerzas Armadas para “colaborar” en ayuda humanitaria, las mujeres trans y travestis están denunciando la violencia sistemática por parte de la Policía en todo el país. ¿Hasta cuándo vamos a tolerar esto?
Fuente (editada): LA IZQUIERDA DIARIO | Tomás Máscolo | 17 de abril, 2020
Dos hechos importantes fueron repudiados esta semana. El primero fue en el barrio de Constitución en la Ciudad de Buenos Aires donde fueron detenidas Coral, Madison y Siciliani por salir a comprar comida; el segundo se dio en Jujuy, Delfina denunció que el pasado lunes fue levantada de la puerta de un domicilio del barrio Eva Perón, llevada a un descampado donde fue golpeada y abusada sexualmente por efectivos de la Policía provincial. Estos son sólo dos ejemplos, ¿cuántos son silenciados?
“Fuimos a comprar comida y la verdulerìa estaba cerrada. Al volver estaba la Policía y nos agarró. Yo me defendí porque no hice nada de malo. Él nos empezó a insultar nos dijo ´puto de mierda´ y que ´si no me gustaba el trato vuelva a mi país”, así relató Coral a La Izquierda Diario lo que vivió a metros de su casa en un Hotel de la Ciudad de Buenos Aires.
A Coral se le sumaron denuncias de otras provincias. Rossana de Alta Córdoba dijo que la frenó un patrullero y se burlaron de su identidad. La semana pasada una travesti de Zárate también denunció que un gendarme y el portero de su edificio no la dejaban ir hasta el almacén a comprar comida. Jacky, que vive en Once, dice que está sobreviviendo gracias a sus amigas que hicieron una vaquita para pagar el hotel y le consiguieron un bolsón de comida.
Alba Rueda es la primera subsecretaría de Políticas de Diversidad de la Nación y dijo “reconozco en mi biografía, en la biografía social del colectivo trans, este tipo de prácticas. Sobre todo para aquellas personas que somos mayores de 40 años, es una práctica de violencia institucional sistemática, con un nivel de ilegalidad muy profundo, porque muchas de esas prácticas no tienen ni pase a juzgados. En este caso las compañeras quedaron procesadas de manera reprochable por la práctica. La Ley de Identidad de Género es una explicitación de un derecho que tenemos todas las personas, y que teníamos antes también, simplemente que el Estado no generaba una protección a las personas trans».
Rueda agregó «las compañeras que viven en Constitución, y la Policía que trabaja en Constitución, no realizan detenciones al azar, tiene que ver en cómo la Policía trata a las pibas que están en prostitución, cómo las hostiga, le piden coimas (mordidas). Ahí hay un eje que describe el barrio y no está aislado”.
Durante el año pasado ocurrieron en Argentina 147 crímenes de odio en donde la orientación y/o la identidad sexual, o la expresión de género de las víctimas, fueron utilizadas como pretexto discriminatorio para la vulneración de derechos y la violencia. La muerte es el último eslabón de una cadena de atropellos que se dan día a día.
Así lo denuncia Florencia Guimaraes García “en este momento la situación de violencia por las fuerzas represiva del Estado no supone una novedad para nosotras. Hoy hay otras herramientas, nuevas tecnologías, como puede ser un celular con cámara, y entonces estos mecanismos represivos pueden ser grabados. Esto sigue pasando, esto no ha cesado, sigue pasando en muchas provincias en casi todo el país. La persecución, estigmatización, el castigo y todo lo demás se ejecuta sobre el colectivo travesti y trans. Sobre todo a quienes se prostituyen, pero más allá de eso hay un ensañamiento con las travesti”.
Por su parte, Mariano de Correpi denunció que “estamos sacando informes permanentemente desde que estamos en esa situación de aislamiento social, preventivo y obligatoria. Sacamos el reporte número 22 y estamos confirmando nuestra tesis de que la represión es una política de Estado, no son casos aislados sino que es sistemático. Los medios hegemónicos, por lo menos lo primeros días, lo que mostraban era el cheto de San Isidro pegándole al guardia de seguridad o el pibe que cazaba pokemones. Sin embargo, nosotres estamos viendo que la fuerzas de seguridad actúan en las barriadas populares, y la represión recae sobre los sectores más vulnerables como el LGTB. Las personas trans y travestis están en la precariedad”.
Millones de trabajadoras y trabajadores informales están pasando hambre a partir de la crisis económica, donde las mujeres trans y travestis aparecen como las más vulnerables. No solo son víctimas de la persecusión y acoso sistemático en manos de la policía, también sufren la discriminación y la falta de acceso a un trabajo estable que les permita garantizarse una vivienda o un plato de comida en el día a día.
Lejos de implementar medidas de fondo para dar respuesta a la situación, el gobierno nacional ofreció un subsidio que no alcanza para llegar a fin de mes. En muchos casos, las mujeres trans y travestis tienen dificultades para acceder al mismo por la falta de documentación: por robos o retención de les propietaries de los hoteles, por no poder hacer el cambio registral, o por ser extranjera, entre otras.
A la par, el oficialismo militarizó las calles de todo el país. Durante la cuarentena las fuerzas represivas que han detenido e imputado arbitrariamente a casi 50 mil personas, son las mismas que vienen de reprimir a les trabajadores de Penta que reclamaban no ser despedides. Por eso es necesario repudiar la escalada represiva contra los sectores que vienen padeciendo las consecuencias de la crisis y exigir medidas elementales como un subsidio de 30 mil pesos para las personas más perjudicadas, como propone el FIT Unidad sobre la base de impuestos a las grandes fortunas.