La diversidad es un mundo infinito de personas. En este especial te mostraremos las vivencias de las infancias y juventudes trans
Fuente (editada): Homosensual | Luis García | Agosto 13. 2019
Es muy importante que, al tocarse el tema de la diversidad, se incluyan a todas las personas que convergen en este mundo. Actualmente hay sectores de la comunidad LGBT+ que aún se encuentran invisibilizados. En este especial, Homosensual recopiló las experiencias de adolescentes e infantes trans, así como de sus familias.
La identidad sexual es algo que en muchos casos se manifiesta desde los primeros años de vida. Pese a lo que grupos y personas antiderechos puedan decir, la identidad de las personas es algo innato. La diferencia radica en el momento en que cada persona asume esta parte de sí misma, o se atreve a expresarlo.
No obstante, actualmente aún existen temas que no han sido abordados como deberían. Si bien los logros para el pleno goce y respeto a los derechos de la comunidad LGBT+ han sido grandes, todavía hay mucho trabajo pendiente. Esta labor compete a todo el mundo, gobierno, instituciones y sociedad en general.
Pero para poder iniciar con estos cambios, primero se debe conocer el contexto de la situación. Y, más importante aún, escuchar a las personas que han recorrido este camino.
«Tener un hijo trans me cambió la vida»
Sandra es mamá de Alejandro, un joven trans de 17 años. Ella comentó en exclusiva con Homosensual que ser madre de una persona trans le cambió totalmente el panorama y contexto en que vivía. Después de que su hijo le comunicó su identidad sexual, Sandra tuvo que replantear sus creencias y aprender que en el mundo existía un panorama enorme y vasto de diversidad, dentro del que se encontraba Alejandro.
Una de las cosas más importantes que Sandra tuvo que hacer fue informarse de todo lo que su hijo estaba viviendo. Sumado a ello, cuando se tiene un hijo trans se sale de una zona de confort. Y esto hizo que ella fuera una madre que podía hacer muchas más cosas positivas por su hijo y por las demás personas.
No obstante, al principio no fue sencillo afrontar el tema de la identidad sexual de su hijo. Sandra recalcó que esto no fue porque ella considerara que tener un hijo trans fuera algo malo, sino porque ella sentía culpa de no haber notado este aspecto de la vida de Alejandro desde que era un infante.
«Una gran culpa estuvo sobre mí mucho tiempo […] la culpa de una madre de que a lo mejor desde pequeño Alejandro me dio señales y yo no las vi».
Afortunadamente, la situación fue cambiando. Sandra comenzó a entender más la realidad de su hijo y, por ende, a apoyarlo aún más. Aunque al principio ella se molestaba por la reacción que pudieran tener las personas con Alejandro, con el paso del tiempo, como madre se dio cuenta de que no había nada que explicar. Su hijo seguía siendo la misma persona que ella trajo al mundo y en parte, gracias al apoyo de ella, su entorno comprendió la situación que estaban viviendo.
«Pensaba cumplir 18 e irme, y vivir mi vida yo solo»
Alejandro compartió con Homosensual que no fue hasta que cumplió 15 años cuando comenzó a tener información sobre las diversas orientaciones e identidades sexuales. Cuando él tuvo acceso a estos datos fue que comenzó a indagar más sobre lo que es ser una persona trans. A partir de eso, Alejandro supo reconocer su identidad sexual.
No obstante, este joven no compartió esta parte de su vida de manera inmediata con su familia. El miedo de conocer la reacción que tendrían sus progenitores no le permitía hablar de este tema con elles. El plan de Alejandro era esperar a cumplir 18 años y poder salir de su casa para vivir su vida alejado de todas las personas que lo conocían.
Antes de que eso ocurriera, Alejandro escribió en un diario lo que estaba viviendo. Su madre leyó estos escritos y conoció esta parte de él. El joven comentó a Homosensual que este hecho lo puso de frente a una situación que él no había planeado. Y, aunque al principio la reacción de su madre no fue negativa —aunque tampoco de alegría—, el apoyo fue aumentando gradualmente.
«Al principio sentí como si un peso se me quitara de encima, porque mi mamá ya conocía esta parte de mí».
«Nos hemos humanizado»
Erika y Hugo son les progenitores de Dante, y a partir de que su hijo compartió su identidad de sexual con elles, vino un proceso de sensibilización sobre la diversidad. Hugo contó a Homosensual que de su parte nunca existió rechazo hacia su hijo. Sin embargo,él y Erika sí tuvieron que informarse y conocer más respecto al tema de identidades sexuales para poder apoyar de forma correcta a su hijo.
Por su parte, la mamá de Dante compartió que fueron varias etapas las que han atravesado como progenitores de un joven trans. Al principio, Erika sentía miedo por lo que esta situación representaba, pues no sabía lo que su hijo y familia debían afrontar. Sin embargo, con el paso del tiempo todo fue cambiando hasta que llegaron a una etapa donde se encuentran defendiendo los derechos de la comunidad LGBT+.
Hugo agregó que gracias al apoyo y soporte que brindaron a su hijo desde el momento en que compartió su identidad sexual, el rechazo en el contexto social ha sido mínimo. Asimismo, esta actitud de elles hacia su hijo hizo que la familia extendida y su círculo social no discriminara a Dante.
«Como nosotres hemos respetado, todo el mundo lo ha respetado».
Sumado a ello, Erika y Hugo se sienten orgulloses del valor que Dante ha demostrado con él mismo y con otras personas a partir de que decidió compartir su identidad sexual. La familia de este joven añadió que el valor de su hijo les ha alentado a hacer más en favor de la diversidad y, sobre todo, a apoyar a todas las personas LGBT+.
«Hay que darle poca importancia a lo que dicen las personas».
Hace cinco años que Dante decidió iniciar su transición y vivir su identidad. Al principio él sentía miedo por la reacción que toda la gente pudiera tener respecto a este aspecto de su vida. Sin embargo, este joven se armó de valor para afrontar lo que tuviera que venir luego de comunicar su identidad sexual a su familia y a su entorno social.
Dante quería comenzar un nuevo año escolar con el uniforme, nombre y apariencia que corresponden a su identidad, aunque en ese momento no fue posible. No obstante, él tomó valor y se sinceró con sus progenitores. Hacer esto no fue fácil ni ocurrió de la noche a la mañana, Dante tardó varios meses en atreverse a hablar de su identidad sexual con su familia.
Finalmente, luego de que pudo compartir esta parte de sí con sus progenitores, Dante también lo hizo con el resto de su familia, quienes gracias al soporte y apoyo de sus progenitores también estuvieron con él. Sumado a ello, este joven mencionó que las personas deben dejar de lado los prejuicios de la sociedad y vivir su vida.
«Hay que ser un poco ‘valemadrista’ con lo que piensen los demás de ti».
«Tener una hija trans nos hizo crecer como personas».
Fernanda y Manuel son les progenitores de Sofía Elena, una pequeña de 11 años. Para elles, tener una hija trans les cambió totalmente su panorama de vida. La familia de Elena siempre había sido abierta en temas de diversidad. Sin embargo, tener una hija que formara parte de la misma y además siendo una infante les hizo crecer como personas.
El hecho de tener una hija trans que asume su identidad tan joven representa retos diferentes como progenitores de familia. Fernanda y Manuel tuvieron que buscar la información adecuada para descubrir qué estaba ocurriendo con Elena. Esto lo menciona Fernanda porque desde que su hija tenía dos años de edad, no encajaba en los roles y actividades que socialmente son establecidos como masculinos. Y esto a su vez generaba rechazo y acoso por parte del entorno escolar.
Esto también provocaba que Elena se defendiera de las agresiones de sus compañeres. Para evitar que su hija tuviera un comportamiento violento, su familia decidieron buscar ayuda profesional. No obstante, encontrar el apoyo adecuado no fue algo sencillo pues en el camino se encontraron con personas que carecían de ética profesional y tildaban a Elena de loca. Asimismo, confundían expresión de género con orientación y con identidad sexual, con lo que no sabían dar respuesta al porqué del comportamiento de Elena.
Finalmente, una psicóloga dijo a Fernanda y Manuel que su hija estaba enojada y que ellos debían descubrir por qué. Pero fue la pequeña Elena quien dijo a su hermana mayor la respuesta. Y a partir de ahí comenzó toda la labor de apoyo y trabajo por el bienestar de su hija.
«Elena le dijo a su hermana mayor: ‘Es que mamá y papá no se dan cuenta de que soy una niña’».
Las acciones que deben tomarse parten de la educación y la información adecuada
Todas las personas entrevistadas coincidieron en que la educación es fundamental para poder crear una sociedad incluyente y que acepte a la diversidad. Les progenitores de familia de estes jóvenes e infantes están segures de que la información es un arma muy valiosa en contra de los prejuicios y el rechazo que puede venir de la sociedad.
En el caso de la familia de Elena, elles brindaron información sobre la transexualidad a la escuela de su hija para que ella creciera en un ambiente adecuado y no sufriera rechazo por parte del alumnado o el profesorado. Este hecho sensibilizó a les demás niñes y permitió que se les educara en la diversidad desde la experiencia propia.
No obstante, Sandra, mamá de Alejandro, comentó que hay mucho más trabajo por hacer. Pues aunque en la escuela se pueda informar a profesores y compañeres, todavía quedan la familias del alumnado. De igual forma, se debe educar a todas las personas, no solo a un sector de la población.
«¿Cómo les haces entender a las familias de les otres niñes que tienen une compañere trans y que deben respetarlo?».
Por su parte, Hugo y Erika primero han salido a luchar por los derechos de su hijo y esto los motivó a involucrarse más en el activismo al formar parte del grupo Familias en la Diversidad. También es fundamental que la familia dé el apoyo necesario a su descendencia, pues este es el primer contacto de las criaturas con el mundo. Y Hugo recalcó que como progenitores siempre se debe amar y defender a la prole, no importan las diferencias.
«Yo no me puedo arriesgar a perder el amor y cariño de mis hijes por culpa de prejuicios».
El trabajo que hace falta y por el que aún se está luchando
Un área que mencionaron todas las personas entrevistadas fue que en México urge una ley de identidad sexual que garantice el pleno ejercicio de esta por parte de las infancias y juventudes trans. Pues aún hoy en día el cambio de documentación, para que todo esté acorde a la identidad de la persona, continúa siendo un proceso burocrático caro y tardado. Y la única alternativa a esto es esperar a que la persona cumpla la mayoría de edad y que pueda realizar su trámite. Esto representa obstáculos para las juventudes e infancias trans.
Un ejemplo de ello es que en las escuelas los nombres que aparecen en la documentación no coinciden con la identidad de las personas. Esto pone a les infantes en una situación de vulnerabilidad de derechos. Además de que se les expone a situaciones discriminatorias.
También se pueden presentar situaciones como el caso de Elena, donde al intentar salir del país se le sometió a una humillación porque sus documentos no coincidían con su apariencia física.
Lamentablemente, para que se puedan modificar los documentos oficiales de una persona menor y se eviten este tipo de situaciones, se necesita un juicio que dura aproximadamente un año. Esto representa un gasto para la familia, pues se debe llevar el caso desde la abogaduría.
Aunado a ello, en dicho proceso legal la persona menor es sometida a situaciones que vulneran sus derechos. Entre los requisitos que se piden en estos juicios se encuentran dos dictámenes médicos que avalen la identidad sexual de le infante. Esto significa que le niñe tendrá que acudir a terapia psicológica con dos especialistas por al menos seis meses. Incluso hay casos donde también se solicitan dictámenes psiquiátricos y psicológicos de les progenitores. Al respecto, Fernanda comentó:
«No entiendo por qué nos están solicitando esto, cuando la Organización Mundial de la Salud ya retiró la transexualidad de su lista de enfermedades mentales».
Las personas defensoras de las juventudes e infancias trans
Ledeser es una organización de la sociedad civil sin fines de lucro enfocada en la defensa y promoción de los derechos sexuales y reproductivos. Este organismo surgió como un esfuerzo ante la necesidad de garantizar el acceso a la justicia sin discriminación de las poblaciones LGBT+ en México. Homosensual habló con la directora de Ledeser, Alehlí Ordóñez, sobre las acciones que esta organización está haciendo a favor de las juventudes e infancias trans.
Actualmente esta organización se encuentra dando acompañamiento a 19 infantes y jóvenes trans en el acceso a sus documentos legales de identidad. El contar con un acta de nacimiento que vaya acorde a su identidad no solo se trata de poder agilizar trámites, sino de poder vivir una vida en plenitud realizando las actividades que a cada joven o infante le plazca. Pero sobre todo una vida sin discriminación. De acuerdo con Alehlí Ordóñez:
«Si bien un acta no modifica el entorno social, sí facilita que se les reconozca el derecho a vivir con la identidad con la que se identifican, que se refleja en actos que pueden ser muy sencillos pero que mejoran la calidad de su vida».
Por su parte, Sandra comentó que ella ha tenido que acudir a diversas instancias para que en el plantel escolar donde estudia su hijo se le reconozca su identidad sexual. Asimismo, han tenido que ampararse en las leyes que prohíben la discriminación para que Alejandro sea tratado como él se identifica y no como figura en los documentos oficiales.
Manuel, el papá de Elena, agregó que México se está quedando rezagado en materia de derechos de las infancias y juventudes trans. En países de Sudamérica como Argentina, la ley garantiza que se respete la identidad de género de todas las personas sin importar su edad. No obstante, en nuestro país aún se deben acudir a métodos y trámites arcaicos para que une infante pueda gozar de sus derechos con plenitud.
Pequeños cambios hacen grandes logros
Finalmente, les progenitores y les jóvenes coincidieron en que los cambios inician desde casa y que todas las personas deben poner empeño en generar una sociedad diversa. Las familias son una pieza clave en todo este movimiento por los derechos de las infancias y las juventudes trans. Asimismo, siempre se les debe brindar apoyo incondicional a la prole. Hugo, papá de Dante, concluyó con la siguiente frase:
«Un verdadero papá no discrimina, un verdadero papá ama y defiende a su descendencia».
Sandra agregó que les progenitores no solo deben amar a sus criaturas, sino que también se les debe dar soporte y estar ahí cuando más lo necesiten. Y ella concluyó que es fundamental el apoyo del círculo familiar.
«El amor no es suficiente, les progenitores debemos presionar y apoyar para que se respete a nuestres hijes».
Finalmente, Alehlí Ordóñez mencionó que la población debe reeducarse en temas sexuales y de género. Asimismo, la idea de este concepto no debe ser concebida desde la teoría, sino desde la forma en la que las personas la viven.
«Solo así podremos conseguir que las personas que no se ajusten a los cánones establecidos del género puedan migrar o transitar en sus identidades de forma efectiva y sin sufrir consecuencias, como hasta ahora ocurre».
Homosensual agradece a todas las personas entrevistadas que aportaron su valioso testimonio para este reportaje.
Todas las personas de la diversidad merecen tener acceso a los mismos derechos. Y las infancias y juventudes trans merecen ser visibilizadas y respetadas.