El colectivo No Binaries España nació hace un año como una cuenta de Instagram y luego se constituyó como asociación. Darko Decimavilla es le presidente de esta entidad que quiere hacer visible la realidad de las personas trans no binarias.
Fuente (editada): EL SALTO | Patricia Reguero | 25 SEP 2020
Darko Decimavilla es una persona trans no binaria. Tiene 32 años, se dice de izquierda moderada y ha encontrado sitio en el partido de Íñigo Errejón, aunque se declara más bien carmenista: Decimavilla ocupa el cargo de la portavocía adjunta de Más Madrid en el distrito de Tetuán. Pero no estamos aquí por eso, sino porque preside la No Binaries España, un proyecto que nació hace un año, primero como una cuenta de Instagram en la que divulgar la realidad de las personas trans no binarias, y luego como asociación.
Decimavilla sabe que son muy pocos los referentes de personas no binarias, aunque en los últimos años han saltado al escenario algunos como Sam Smith —cantante que en octubre de 2017 salió del armario como persona no binaria—, le modelo Chella Man o, en España, Koala Rabioso. Con un pie en la política y otro en la formación, ha pasado también por los scouts: tras irse en su infancia de un grupo donde “no encajaba”, encontró otro que se declaraba feminista y laico en sus estatutos. Y ahí sigue, en la escuela de Exploradores de Madrid. Dice que las personas no binarias son como ornitorrincos, aunque se ve más bien como une panda.
¿Qué es No Binaries España?
La asociación surge en mayo de 2020. Entonces se creó un grupo de Telegram de personas no binarias para tener un espacio donde conocer gente con nuestra misma realidad. Yo, a su vez, estaba en la asociación Proyecto Rivera, y conocí en ambos sitios a una persona que se llama Kaen Aguado. En febrero le estuvimos dando vueltas al hecho de que no existía en España ninguna cuenta dedicada específicamente al no binarismo, y que había mucho desconocimiento. Lo que hicimos fue crear una cuenta de Instagram y una de Twitter, y nos marcamos varios tipos de campañas: de pedagogía, de referentes y de realidades trans. También decidimos crearnos une compañere, que es Enbytorrinco. El ornitorrinco es mamífero pero pone huevos, es muy desconocido, mitad castor, mitad nutria… sentimos que nos representaba, y lo comentamos con otras personas no binarias. Nos gustó y lo usamos. Creamos la cuenta y antes de un mes llegamos a mil personas en Instagram.
¿Por qué una asociación?
Llevo mogollón de años en el asociacionismo y pienso que para lograr cosas muchas veces hay que hacerlo desde la institución. Lo hablé con Kaen, y como hacían falta tres personas se sumó Pau Eloy-García, que lleva en el activismo no binario mucho tiempo. Preparamos los estatutos tomando como referencias los de asociaciones trans o de familias de menores trans y los entregamos el 29 de julio.
Hace poco hemos tenido una reunión con las personas del grupo de apoyo, donde somos más de cien personas y explicamos cómo va a funcionar la asociación. Las preocupaciones que se comparten en este grupo tienen que ver, sobre todo, con discriminaciones dentro de la familia, gente que quiere iniciar un proceso para transitar, dudas sobre hormonas, y con reivindicaciones donde la que más se repite es que se reconozca el sexo no binario en el DNI.
¿Qué es el activismo no binario y por qué es una cosa diferenciada del activimo trans?
El activismo no binario no está separado del activismo trans, pero tiene sus peculiaridades. El activismo trans genérico suele ser muy binario: hasta ahora siempre se ha hablado de hombres trans y de mujeres trans. Nuestra especificidad es que nos salimos de ese sistema, y no existe ningún tipo de ley ni de norma en las instituciones. Una mujer trans puede tener ciertos problemas para conseguir su reconocimiento, pero una vez lo solucione y tenga sus papeles, va estar reconocida como mujer a todos los efectos. En cambio, en nuestro caso no existe reconocimiento a nivel social ni institucional.
Un ejemplo, hace poco me he inscrito en un máster y al rellenar el formulario tuve qué marcar “hombre” o “mujer”. Y marqué “hombre”… de fábrica. Pero he pedido cambiar el nombre en mi DNI, y cuando termine el máster tendré que explicarles que el nombre con el que me inscrito no es el que me tienen que poner en el título, porque espero que ya lo tenga cambiado para entonces. Ahora tendré que cambiarme el nombre en la tarjeta sanitaria. Conozco un caso en Canarias de una persona que ha conseguido que le pongan “persona no binaria” en la tarjeta sanitaria y yo voy a intentar conseguirlo aquí, porque como está reconocida la autodeterminación de la identidad sexual…
¿Una persona no binaria es necesariamente una persona trans?
La filosofía de la asociación es no poner etiquetas. Ahora bien, aunque puede haber una persona no binaria que no se considere trans, desde el punto de vista teórico la definición de persona trans sería aquella que no se siente identificada con el sexo que le asignaron al nacer.
Pero la palabra “trans” implica transición, ir de un lugar a otro…
No, esto es un error. La definición de trans no implica transición, sino disconformidad con el sexo asignado. Cuando pensamos en transición pensamos en las hormonas, en cambios físicos y, por ejemplo, ese no es mi caso. Es cierto que mi cuerpo no es el mismo que el de hace cinco años o diez, pero es un gran error pensar que ser trans implica una transición corporal. Yo digo que el sistema es como una persona sexadora de pollos: te cogen, ven lo que tienes entre las piernas y te dicen: esto o lo otro. Y, de hecho, si eres una persona intersex y tienes unos genitales que no se corresponden con esto o lo otro, lo que se hacía hasta hace poco era mutilar, porque es más fácil cortar que pegar, aunque suene mal.
¿El sistema es sexador de pollos y vosotres sois ornitorrincos?
Claro, estamos fuera. La definición de persona no binaria es que no te identificas como hombre ni como mujer, al menos no totalmente. Yo, el primer año, cuando conocí el concepto de no binarismo, tampoco me identificaba como trans. Creo que esto es transfobia interiorizada.
¿Lo has contado hace poco?
Hace dos semanas. Aproveché que mis progenitores venían a Madrid y se los dije tomando una cerveza. Les dije que iba a salir en el programa de Cuatro ‘First Dates’ y me dijeron que si había tenido una cita con un chico o con una chica. Entonces les dije que existen personas que no son chicos ni chicas. Les dije hay personas que no se identifican como hombre ni como mujer. Y les dije que mi cita fue con una persona no binaria y que yo también lo era. Y ya.
Entonces tu padre te preguntó en qué letra de la L-G-T-B estabas. ¿Qué contestaste?
Que en la T, porque al final es no estar de acuerdo con lo que te asignan al nacer. En otros sitios se usa la triple T: transgender, transexual, travesti, porque hay culturas en las que travesti es lo que aquí se conoce como trans. En el activismo no decimos “transexual” o “transgénero” porque eso implica la diferencia se si te has operado, y a nadie le importa.
También es importante especificar que cuando hablamos desde nuestra asociación lo hacemos desde un punto de vista europeo, español y blanco. A veces nos preguntan si existen otros género en otras culturas… Pues sí, como les two spirits en América, como ti muxes en México o les hijras en la India. Pero yo no puedo identificar eso como no binarismo, porque no es mi cultura. Nosotres hablamos desde nuestra perspectiva.
¿Qué pronombres prefiere una persona no binaria?
El tema de los pronombres depende de cada persona. Al principio yo usaba los tres, pero luego decidí no usar masculino. Uso femenino y neutro. Muchas personas no binarias nos ponemos en los perfiles nuestros pronombres para que sepan cómo dirigirse a nosotres. En Telegram, le pedimos la gente que nos diga qué pronombres usa. También puedes ver qué adjetivos usa. Y, si no sabes, pregunta. No creo que haya ninguna persona no binaria que se haya ofendido por preguntarle los pronombres. Es más habitual que pregunten qué tiene entre las piernas, y eso sí que no se debe hacer.
Hasta que encontraste la etiqueta de persona no binaria usabas la de “persona no normativa”. ¿Cómo encuentras la etiqueta que te representa y qué matices hay entre una y otra?
Yo me refería a mí misme como persona no normativa, no encajaba en nada. Con 17 me maquillaba un montón, me pintaba las uñas, llevaba el pelo largo. Cuando terminé Bachillerato, me corté el pelo y dejé de maquillarme, sientes la presión de encajar. Luego, cuando me reencontré con el activismo, pensé “quiero ser quien soy y no dar explicaciones a nadie”. Cuando tenía 28 conocí a Pau en una jornada sobre no binarismo, donde fue une peque de 8 años que llevaba súper interiorizado el tema del neutro y del no binarismo. Empecé a investigar y vi que esa etiqueta me representa. Las etiquetas son necesarias a nivel social y como sentimiento de pertenencia.
Ocupas un cargo en Más Madrid. ¿Qué hace une chique como tú en un sitio como ese?
Me metí en política por lo mismo que creamos la asociación, porque para hacer cambios muchas veces hay que hacerlos desde la institución. Más Madrid hizo una reunión para explicarnos el proyecto, a mí me gustaba la visión de conjunto de Manuela Carmena, de no radicalismo. Yo me llevo mal con los radicalismos porque si haces todo para la izquierda radical te dejas a mucha gente y creo que Carmena aunaba a personas de todos los lados. Cuando empezó a construirse vi que había cosas que no había en otros partidos y que podía hacer activismo trans dentro del partido.
¿Eso es izquierda tranquila?
Me considero de izquierda moderada. En algunos puntos tengo un punto de vista más radical de izquierdas y, en otros, tiro al centro, como en algunos asuntos económicos. Yo no puedo ir con este móvil y decir que soy anticapitalista.
Además, en tu orientación sexual, te defines como pansexual. ¿Qué es eso?
La pansexualidad es una orientación que forma parte dentro de lo que dentro del activismo solemos llamar plurisexualidades, que son orientaciones sexuales dirigidas hacia más de un sexo, y la pansexualidad es la atracción por todo tipo de persona independientemente de su sexo. Es decir, que el sexo no es un factor determinante en la atracción.
¿Te han insultado por ser una persona no binaria?
Te miran mal y me llaman lo típico; maricón. Es lo que tienen en la boca y lo usan para todo. Maricón, gordo, raro… Las discriminaciones en mi adolescencia las tengo aparcadas. Lo que peor llevo son las miradas en la calle, en el metro. Suelo contestar. No es lo más pedagógico pero creo que hay cosas que no se deben permitir. Sufrimos las discriminaciones típicas del colectivo LGB, aunque es verdad que no es lo mismo ir como un chico sin pluma que como voy yo. A mí se me ve.
¿A qué baño entras?
¡Al que esté vacío! Suelo salir por Chueca y entonces el de chicas suele estar más vacío… Pero, si no, voy al que esté más vacío o más limpio.