Los socialistas centrarán sus enmiendas únicamente en el artículo 65 del anteproyecto, puesto que su mayor preocupación, según indican en el PSOE, es la equiparación de otras formas de violencia con la violencia de género

Fuente (editada): EL DIARIO | Irene Castro / José Enrique Monrosi | 20 OCT 2022

La dirección del PSOE y el Gobierno trabajan estos días al más alto nivel el detalle de las enmiendas que se presentarán a la conocida como ‘ley trans’. Según ha podido confirmar este periódico, les socialistas no plantearán en ninguna de esas enmiendas que se modifique el derecho de autodeterminación de identidad sexual, uno de los puntos que había suscitado las críticas de una parte del propio PSOE y de la sección reaccionaria del movimiento feminista.

Tal y como recoge el texto que fue aprobado por el Consejo de Ministros, a partir de la aprobación de la ley, desde los 16 años cualquier persona trans podrá cambiar la mención registral del sexo en el registro sin necesidad de someterse a tratamientos de terapia ni presentar informes médicos. El proceso consistirá en acudir a registro, realizar la solicitud y en un plazo máximo de 4 meses tendrá que estar resuelta.

Las enmiendas parlamentarias del PSOE estarán enfocadas principalmente al artículo 65 del anteproyecto, concretamente el que menciona la aplicación de la ley de violencia de género, puesto que la mayor preocupación en las filas socialistas tiene que ver con la equiparación de otras formas de violencia con la violencia de género.

El PSOE ha acelerado en los últimos días la negociación interna de las enmiendas que va a presentar ante la presión del Ministerio de Igualdad y la profunda herida que le está generando a Pedro Sánchez en el partido. La división presiona a Sánchez en dos direcciones: por un lado, los partidarios de la ley trans, que abogaban por sacarla adelante tal y como está y que han ganado la partida frente al sector del feminismo reaccionario del propio partido, que rechaza la autodeterminación de identidad sexual.

El enquistamiento por la ley trans es el más profundo que atraviesa Sánchez desde que recuperó la secretaría general del PSOE en 2017 y ha llegado a tal punto que hay denuncias cruzadas ante la Comisión de Ética y Garantías por posicionamientos de distintes dirigentes, entre elles Carmen Calvo y el secretario de Políticas LGTBI, Víctor Gutiérrez, relativas a este asunto.

En los trabajos previos sobre la ley, se planteó la posibilidad de introducir elementos, como por ejemplo personas que testifiquen en la solicitud del cambio registral del sexo, que finalmente se descartaron. En la cúpula socialista también chirriaba lo relacionado con menores. Pero quedará en los mismos términos, de acuerdo a las conversaciones que por ahora han mantenido los responsables del grupo parlamentario con Moncloa. De esta forma, para menores de 16 años y hasta los 14 años será necesario el consentimiento de sus progenitores, para menores de 14 años y hasta los 12, se podrá iniciar el cambio con un proceso de jurisdicción voluntaria que emprenderán sus progenitores o tutores legales.

La idea ahora es que se concreten pronto esas enmiendas y que se cierre un acuerdo cuanto antes entre los grupos parlamentarios y les socios de coalición del Ejecutivo, desbloqueándose por tanto los trámites parlamentarios para la aprobación de la ley que, de esta forma, podría ver la luz verde antes de final de año, como pretendían en Unidas Podemos y el Ministerio de Igualdad.