El Centro LGTBI diseñará un programa pionero con itinerarios personalizados, talleres y encuentros mensuales
Fuente (editada): El País | Javier Íñiguez | 10 ENE 2020
El Centro LGTBI, la entidad municipal de referencia para este colectivo en Barcelona, quiere ir un paso más allá de la atención medicalizada que reciben las personas trans de la ciudad. Para ello, abrirá a partir de febrero un nuevo programa de acompañamiento personalizado para todas aquellas personas trans que lo soliciten. El centro ha realizado este anuncio durante la celebración de su primer aniversario. Será el primer programa municipal de estas características en España, tal y como afirma Andreu Agustín, su director.
«Hasta ahora la atención había estado centrada en el acompañamiento medico», ha declarado esta mañana Laura Pérez Castaño, regidora de Feminismos y LGTBI en el Ayuntamiento de Barcelona. «Por eso ponemos en marcha un modelo que tendrá en cuenta espacios de sociabilización intergeneracionales». La concejala ha asegurado que el programa está abierto a todo el colectivo trans, «estén en el proceso de tránsito que estén, y decidan lo que decidan respecto a su atención médica».
El espacio situado en el barrio de Sant Antoni propone una atención integral para cada persona, quienes construirán su propio itinerario personal según sus propias necesidades: búsqueda de trabajo, un espacio para socializar o la mejora de la salud. «Barcelona Activa [un servicio laboral del Ayuntamiento] tiene, por ejemplo, Trans Ocupació: si alguien llega y necesita trabajo, se le envía allí; pero si necesita acompañamiento psicológico, podemos derivarla a nuestra psicóloga especializada en personas trans”, resume Andreu Agustín.
Como complemento a la atención individualizada, este equipamiento municipal ofrecerá espacios de encuentro mensuales para la comunidad trans, así como talleres de autoestima corporal. Estos últimos pueden ayudar a todas aquellas personas que no se sientan cómodas con su cuerpo, o para quienes que hayan decidido iniciar un proceso de cirugías y/o tratamiento hormonal.
Esta iniciativa recoge el testigo de una década de trabajo voluntario. Los activistas trans Pol Galofre y Miquel Missé, entre otres, fueron los encargados de coordinar el Espai Trans y de Cultura Trans entre los años 2008 y 2018. Galofre y sus compañeres buscaban un lugar de encuentro para su comunidad que estuviese despolitizado y al margen de los intereses de cada asociación. «El cambio más destacable es que ahora es un servicio municipal, no un voluntariado o una asociación», afirma Galofre, quien se ha sumado a las actividades del Centro LGTB.
Durante su primer año de vida, el centro ha mantenido un protocolo de actuación basado en un servicio de acogida. Según las necesidades de la persona, la persona trans que lo necesitase podía ser derivada a una psicóloga especializada en este colectivo o a un abogado durante un plazo máximo de 10 sesiones. Tras superar ese número, se activaban otras medidas fuera del espacio, como, por ejemplo, una terapia especializada.
El centro cumple un año de vida con un balance positivo, en palabras de sus dirigentes. A pocos días de su apertura en enero del año pasado, la fachada recibió un ataque nocturno que rompió la cristalera de entrada y dejó pintadas con mensajes de odio y cruces gamadas, un símbolo propio de movimientos neonazis. «A partir de ahí hemos construido amor y esperanza: un espacio referente en la vida cultural de la ciudad», ha expresado Laura Pérez.
76 de las 309 atenciones del servicio de acogida, un 22%, se debieron a necesidades sociolaborales, como la búsqueda de trabajo o ayudas. Un 19% fueron cuestiones relacionadas con el ámbito familiar (conflictos, información sobre adopciones o modelos de familia). Otros motivos de consulta fueron la situación irregular como persona extranjera o refugiada (13%), orientación en el tránsito (10%) u asesoramiento psicológico.