Fuente (editada): KAOSENLARED |
Las entidades abajo firmantes, queremos expresar nuestro pesar ante las interpretaciones erróneas y las objeciones infundadas que se han realizado respecto de la denuncia interpuesta por diversos colectivos de personas trans contra el Partido Feminista y su presidenta, Lidia Falcón, y manifestamos públicamente nuestro compromiso con las libertades públicas y civiles y, en particular, con la libertad de expresión, un derecho humano fundamental reconocido en la Constitución.
Los colectivos trans siempre hemos estado comprometidos con las libertades. Por ello, discrepamos de quienes nos recriminan que no compartimos ese valor y que pretendemos exigir el derecho a no verse sometidos a la crítica.
Respecto a la denuncia que se interpuso ante la Fiscalía de Delitos de Odio por incitación a los discursos de odio y que ha sido estimada, no está en absoluto motivada por las ideas de Lidia Falcón sobre la identidad sexual y las personas trans, puesto que entendemos que éstas están amparadas por el derecho a la libertad de expresión y se puede estar de acuerdo con ellas o no, ni apunta a neutralizar ningún disenso político sobre ideas, filosofías, opciones vitales, preferencias sexuales y por descontado sobre proyectos legislativos. La denuncia pretende someter determinados aspectos del manifiesto del Partido Feminista, y otras intervenciones de Lidia Falcón en redes sociales y medios de comunicación, al criterio de la Fiscalía especializada en delios de odio, por si las equiparaciones y atribuciones al colectivo trans que se contienen en ellos pueden constituir una vejación enmarcable en el Artículo 510.2 a) del Código Penal.
En este sentido existen precedentes nacionales y europeos, como la sentencia de la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid, en 2018, sobre un vídeo colgado en redes sociales relacionando la homosexualidad con la pederastia. La sentencia consideró que “establecer una falsa relación entre homosexualidad y pederastia, no tenía otra finalidad que la de humillar a las personas homosexuales, por lo que consideró un delito de odio, desestimando el argumento de la defensa basado en la libertad de expresión”.
En esta línea también existen precedentes europeos, como la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de 2012, en su asunto Vejdeland contra Suecia, que sitúa fuera de la libertad de expresión la distribución de folletos en los que se equiparaba la homosexualidad con una enfermedad o como el origen de la transmisión del VIH en la sociedad.
Lidia Falcón, en sus comunicaciones y declaraciones en redes sociales y medios de comunicación, ha equiparado a las personas trans a conductas éticamente deleznables y de carácter delictivo, como hacer campaña a favor de la pedofilia y que uno de nuestros objetivos como colectivo es la trata de mujeres con fines reproductivos. Lo que supone criminalizar a todo un sector social por su identidad, en este caso a una población muy vulnerable atribuyéndole prácticas falsas. El discurso de odio es la antesala del delito de odio, necesitamos respuestas garantistas por parte del Estado de Derecho.
Queremos dejar claro y patente nuestro respeto absoluto a quienes desde argumentos filosóficos y teóricos tienen ideas o interpretaciones de las realidades trans distintas a las que se hacen desde el activismo trans, ya que entendemos que esto sí está enmarcado en el uso del derecho a la libertad de expresión. No así la estigmatización y equiparación al delito.
También queremos dejar claro y patente nuestro carácter radicalmente feminista, por entender que el feminismo es y ha sido la estrategia fundamental para promover la igualdad de oportunidades para todos los géneros, desde una perspectiva interseccional, que respeta a las mujeres en toda su diversidad.
Adhesiones:
Federación Plataforma Trans |