El primer fin de semana de abril nos ha regalado otra vez “una oportunidad única” de convivencia y aprendizaje en el VII Encuentro Estatal de Familias de Euforia. Aunque estas citas se produzcan cada seis meses, ningún encuentro se repite, siempre son especiales y únicos.
El viernes se pasó volando, enseguida se hicieron corrillos donde charlar distendidamente, mientras les más peques perdían la primera vergüenza y a la hora de la cena ya estábamos más que inmersas en la dinámica de compartir, que dura todo el fin de semana.
Les pekes y medianes pudieron disfrutar de “Transteando” un programa cargadito de actividades, con un sólido equipo compuesto en esta ocasión por Ana, Eko, Luar, Paloma, Paula y Sander que hicieron que el tiempo volara y el fin de semana quedara corto.
Les más jóvenes compartieron inquietudes y experiencias en un taller que dinamizaron Jesse e Izan, veteranes de Euforia que también organizaron y dirigieron la mesa de Jóvenes, en la que participaron Marina, Nedé, Lois, Kenny y Thiago, siendo esta última una de las actividades más emotivas y valoradas del Encuentro.
Para el grupo más mayor de jóvenes se reservó el taller “Historias de agradecimiento autobiográficas” impartido por Javier Vaquero y que por los resultados de la evaluación fue un gran acierto.
“Preguntar es muy sex-sí” fue una propuesta práctica para que todes les jóvenes pudieran tener un acercamiento guiado al consentimiento, con prácticas y dinámicas propuestas por Sida Studi de la mano de Rebe y Urko.
La parte más adulta de la familia tuvo un programa específico bastante intenso, a primera hora y bajo el título “¿Y tú de quién eres?”, Saida y Natalia facilitaron unas divertidas dinámicas para conocerse. El programa siguió con un taller de lenguaje inclusivo, en el que se repasaron las diferentes formas de adaptación del lenguaje y se practicó en grupos sobre textos de libros que trajeron las propias familias. El tercer taller del día, “¿Pueden hablar les racializades?”, impartido por Kimy y Alex de Migrantxs Transgresorxs fue un potente detonador de prejuicios y un gran aporte de conocimientos.
Como ya viene siendo habitual, la Mesa Conversatorio es una de las actividades más esperadas y disfrutadas. Jóvenes y mayores pudimos disfrutar de los conocimientos y experiencias narradas en primera persona por Dau, Kimy y Rusly, animades por las preguntas de Natalia y las que, el tiempo limitado dejó que hiciera el público.
Para despedir el sábado un poco de bailoteo en la fiesta “Peluquita y pelucón: baila y goza sabrosón”, animada por Mujer Vaquero, que nos hizo mover el cuerpo y nos dejó de recuerdo la letra de la canción de la noche, que seguíamos tarareando en el desayuno del domingo.
Las despedidas como siempre emocionadas, con la añoranza anticipada de lo que vivimos, las peticiones de les más peques de alargar el fin de semana y las ganas de pensar ya en el siguiente. Y el agradecimiento a asistentes y voluntaries que hacen que la magia suceda.