Las personas trans y sus familias estamos viviendo el mayor ataque desde el comienzo de la democracia en nuestro país, estamos sufriendo unos niveles de violencia inimaginables para un Estado democrático que nos recuerdan a la persecución sufrida en los tiempos de la dictadura franquista. Todo esto como respuesta al avance en derechos y dignidad de las personas trans que se materializara a través de la Ley Trans Estatal.
El falso debate que se ha generado, lleno de bulos y estigma hacia las personas trans, ha desatado una oleada de transodio hacia las infancias, juventud, familias y personas trans adultas. Esto no es nuevo, cada vez que se ha avanzado en derechos sociales y civiles, sobre los mismos recayeron teorías apocalípticas, promovidas siempre por el inmovilismo y el conservadurismo representados por la ultraderecha sociológica y los fundamentalismos religiosos. La novedad de este momento histórico es que a estas fuerzas reaccionarias se han sumado con la misma violencia, o aún peor, sectores que tradicionalmente han estado del lado de los avances sociales y civiles; como es el caso ya sangrante del PSOE, que comenzó su andadura transfóbica con el argumentario interno hecho público en junio del pasado año, donde hacían suya la ideología transodiante y que firmaban importantes dirigentes del partido como Carmen Calvo, enviado a todas las agrupaciones del PSOE y en el que se le dice a la militancia socialista que las personas trans son “ficciones jurídicas y que se opongan a la autodeterminación porque borra a las mujeres”.
Hoy el PSOE ha trasladado este argumentario transfobico a la Moncloa, a través de la posición e influencia que tiene como socio mayoritario del Gobierno de coalición bloqueando la ley trans, y a través de las infames declaraciones públicas de la Vicepresidenta primera, Carmen Calvo, donde ha afirmado que la identidad de las personas trans es un capricho que pone en riesgo la identidad de 47 millones de españoles. Señalando a las personas trans como un peligro social, algo gravísimo y que, sin duda, forma parte de la normalización de la violencia hacia el colectivo LGTBIQA+ y sus símbolos.
Exigimos al PSOE:
- El cese de los discursos transodiantes por parte de algunes de sus dirigentes y miembros del Gobierno.
- La asunción sin fisuras de la resolución de su propio “39 Congreso Federal” donde se comprometían con una Ley Integral Trans.
- La asunción sin fisuras de los estándares europeos y las directivas internacionales que marcan que la autodeterminación es un principio imprescindible para reconocer a las personas trans como sujetos de derecho y para acabar con las discriminaciones. En esta línea le recordamos que poner condiciones a la autodeterminación es antagónico al propio principio.
- Que abandone las posiciones reaccionarias ante el avance en derechos y dignidad de las personas trans y apoye sin fisuras el trámite de la Ley Trans que se registró en el Congreso de los Diputados el pasado 17 de marzo por parte de las formaciones políticas ERC, Más País, Compromis, CUP, Junts per Catalunya y Nueva Canaria, y que se produjo tras la huelga de hambre de tres días de 70 activistas trans y progenitores. Una proposición de ley que ha sido trabajada por el Ministerio de Igualdad junto con los colectivos.
- Que recapacite y retome su tradición histórica en avances para todo el colectivo LGTBIQA+.
- Que se baje del autobús de la transfobia de Hazte Oír y se suba al lado correcto de la historia.