En un año sin llamada a la protesta callejera por parte de las asociaciones mayoritarias, colectivos autogestionados han convocado una manifestación para recuperar el espíritu crítico de esta fecha: “El movimiento trans tiene que luchar contra todas las opresiones”
Fuente (editada): EL SALTO | Deva Mar Escobedo | 20 OCT 2024
Banderas y pancartas avanzaban por las calles de Madrid la tarde de este sábado en la primera convocatoria del Octubre Trans en años en la que no han marchado las asociaciones que participaron de la redacción de la Ley Trans. Las personas participantes de la manifestación han clamado por la despatologización —la disforia de género sigue apareciendo en los manuales diagnósticos—, pero también contra el sistema psiquiátrico o el genocidio en Palestina. “Queremos un Octubre Trans combativo porque el problema del sistema es que es tránsfobo, pero también colonial, clasista o racista y queremos abolirlo”, declara Alexandra Fernández, portavoz del colectivo convocante Trans en Lucha.
Las movilizaciones por todo el Estado en años previos se centraban en exigir una Ley Trans. En la última edición, la protesta se centraba en el entonces anuncio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de recortar la legislación trans y LGTBIAQ+ autonómica. Con la Ley Trans aprobada y los recortes del PP madrileño en suspenso a la espera del dictamen del Tribunal Constitucional, la mayor parte del movimiento trans ha descartado la convocatoria callejera este Octubre Trans.
“No se puede celebrar que se ha aprobado la Ley Trans y ya está. No se trata de conseguir una inclusión parcial dentro del sistema, sino abolirlo”
Carmen, manifestante que lleva acudiendo a las convocatorias del Octubre Trans desde su primera edición en 2007, recuerda que la Ley Trans que se ha aprobado “no ha llegado ni a cumplir lo que proponía el PSOE en 2019”. Pero las reivindicaciones van más allá: “No se puede celebrar que se ha aprobado la Ley Trans y ya está. No se trata de conseguir una inclusión parcial dentro del sistema, sino abolirlo”, resume Fernández.
Para Juls, que ondea una bandera palestina cerca de la cabecera, hay que protestar contra la invisibilización de lo trans en la sociedad. Además, “asumen que está todo ganado cuando se siguen dando violencias en muchos ámbitos”. Aunque le chique pone como ejemplo las violencias psiquiátricas, escasos minutos antes de hablar con El Salto, un hombre ha amenazado a les manifestantes: “Nos ha dicho que nos van a cortar el cuello”, relata Juls.
En la manifestación han marchado personas organizadas en colectivos trans, como el convocante Trans en Lucha o Euforia, pero también grupos bolleros o bisexuales. En total, la participación ha rondado en torno a las 200 personas. “Los colectivos autogestionados no tenemos el poder de convocatoria de las asociaciones grandes; está bien como primer paso”, valora Fernández.
Durante este mes consagrado a la despatologización de las identidades trans, las asociaciones que en los últimos años han convocado la manifestación se decantan por otro tipo de acciones. Federación Plataforma Trans, mayoritaria en la representación de esta demográfica, ha llevado a las instituciones europeas “la inacción del Gobierno de España ante el aumento de la LGTBIfobia” y preparan una campaña con el Instituto de la Juventud para “llamar a la empatía de la población joven para contrarrestar los discursos de odio contra la juventud trans”, explica Mar Cambrollé, presidenta de la federación de entidades trans.
Una mirada amplia
Según la encuesta Estado LGTBI+ 2023, publicada este año por la Federación Estatal LGTBI+, una de cada tres personas del colectivo ha sufrido acoso en el último lustro por formar parte de la comunidad cuir. Además, este mismo estudio expone que un 27 % ha sufrido discriminación y, casi una de cada diez personas, una agresión física o sexual en el mismo periodo de tiempo. A pesar de la dureza de estas cifras, el colectivo que ha convocado la manifestación de este sábado bajo el lema “Disidencia trans contra la psiquiatrización. Solidaridad, apoyo mutuo y autogestión” pide ampliar la mirada a cuestiones que no sean intrínsecamente LGTBIAQ+.
“El identitarismo y participar solo en las luchas propias nos quita fuerza cuando la opresión que sufrimos diferentes identidades y colectivas tiene el mismo origen. Hay que luchar contra todas las opresiones”
“El identitarismo y participar solo en las luchas propias nos quita fuerza cuando la opresión que sufrimos diferentes identidades y colectivas tiene el mismo origen. No solo hay que mirar lo que nos afecta en este momento, sino también a lo que afecta a nuestres compañeres y participar en la lucha contra ello. Hay que luchar contra todas las opresiones”, declara la portavoz del colectivo convocante.
En la manifestación se escuchan gritos como “no estamos todes, faltan les ingresades” o “que viva la lucha del pueblo palestino” en alusión a la causa antipsiquiátrica o a la palestina. Estas luchas no son ajenas a lo trans, argumenta Fernández, pues “la gente trans ha sufrido opresión por ser la otredad” y eso les hermana con otres que también quedan en los márgenes, como la población psiquiatrizada o palestina.
Una crítica a ediciones de otros años
En este Octubre Trans en Madrid faltan las pancartas que han encabezado las convocatorias de otros años; las asociaciones con más peso político, las que negociaron la Ley Trans, no están aquí. La organización no las echa de menos: “Las asociaciones que han venido convocando la manifestación los últimos años se han centrado mucho en las reformas legales y han perdido el objetivo de superar el binarismo”, sentencia Fernández.
“Las asociaciones que han venido convocando la manifestación los últimos años se han centrado mucho en las reformas legales y han perdido el objetivo de superar el binarismo”
Con la convocatoria de este mes, la organización no quiere tomar el relevo de las entidades que marchaban otros años; tienen la mirada puesta más atrás, en los inicios del Octubre Trans. “Guerrilla Travolaka fue un colectivo autogestionado que, a través de las acciones directas y las movilizaciones a pie de calle, luchó contra la patologización de los cuerpos trans ya en 2006, pero también se posicionaba contra la psiquiatrización y entendía la disforia como fenómeno social no intrínseco a las realidades trans”, declaran en el manifiesto leído en Sol.
El texto termina animando a las personas asistentes a organizarse, ya sea en colectivos transmaribibollos, en sindicatos de inquilinas o en centros sociales. “No queremos movilizarnos por una nueva ley trans, sino que la gente se sume a luchas por cambiar radicalmente la sociedad en la que vivimos”, finiquita Fernández.