• “Se está permitiendo un discurso de violación de derechos, exponiéndonos a las personas trans y llevándonos al límite”
  • “¿Dónde está esa frase del feminismo ‘es mi cuerpo, yo decido’ cuando hablamos de los cuerpos trans?”
  • “No puede existir la autodeterminación sin el reconocimiento del género no binario y, cuando hablo de reconocernos, hablo de una casilla que ponga expresamente no binario. Dejarnos no tener casilla en el DNI no es reconocernos”

Fuente (editada): cuartopoder | Darko Decimavilla | 10 de febrero de 2021

Llevamos una semana viendo cómo se está polarizando el borrador de la ley trans. Podemos estar de acuerdo en que hay que debatir pero el debate debería centrarse en cómo lograr un texto que incluya a todas las realidades trans y, sobre todo, que proteja nuestra integridad y derechos.

Pero lo que se está haciendo en cambio me parece deleznable. Se está permitiendo un discurso de violación de derechos, exponiéndonos a las personas trans y llevándonos al límite. ¿Acaso tenemos que recordar las tasas de intento de suicidio de las personas trans? Porque muchas personas parece que se olvidan que detrás de esta propuesta de ley estamos personas que sufrimos violencia prácticamente a diario, a lo que ahora se suma que haya gente que se crea con la potestad de hablar sobre nuestros derechos, incluso en espacios donde no hay ni una sola voz trans. ¿Nos parecería bien una mesa de hombres que se pusieran a debatir si las mujeres pueden o deben hacer algo o no? ¿Dónde está esa frase del feminismo “es mi cuerpo, yo decido” cuando hablamos de los cuerpos trans? Porque vemos a mucha gente opinar sobre si se deben dar bloqueadores u hormonas a menores pero a nadie le preocupa que estos tratamientos ya los tienen las personas cis desde hace años. De nuevo se disfraza la transfobia para atacarnos.

A la hora de reivindicar derechos creo que lo que hay que hacer es escuchar al sujeto político. Con escuchar me refiero a una escucha activa y no a dejar que se hable para luego meter el copia y pega del bulo de turno. Bulos que no me voy a entretener en desmentir porque ya lo han hecho muchas personas trans en redes y hasta alguna persona cis aliada.

Las personas trans somos muy diversas y es necesario que luchemos todas por una misma causa. Las líneas rojas están claras; la despatologización y la autodeterminación de la identidad sexual. Pero no podemos ni debemos olvidarnos de las voces de las personas trans migrantes, tampoco de las personas menores y sus familias y, como en mi caso, de las personas no binarias. No puede existir la autodeterminación sin el reconocimiento del género no binario y, cuando hablo de reconocernos, hablo de una casilla que ponga expresamente no binario. Dejarnos no tener casilla en el DNI no es reconocernos, es condenarnos una vez mas al ostracismo y a la invisibilización. Con esto no quiero decir que no me parezca importante lo de poder elegir no tener casilla, ya que hay personas con identidades no binarias (como ágenero) o que vengan de otros países o culturas con otros géneros reconocidos que pueden ver esto como su mejor opción.

Ambas opciones deberían ser la línea de partida y en lo que deberíamos centrarnos mucho antes de plantearnos otras cuestiones. ¿Cómo pretendéis que opinemos sobre a qué módulo de prisión deberíamos ir o cómo integrarnos en el deporte profesional si ni siquiera formamos parte del imaginario colectivo ni nos reconocéis? Que no se os olvide que no reconocernos al final no deja de ser ejercer violencia y opresión sobre nosotres.

Al final, lo que veo es que sólo se habla de los temas que a las personas cis le interesan,  tratándonos con condescencias y paternalismos, sin escucharnos, centrando la violencia en las mujeres trans, perpetuando la misoginia e invalidando nuestras experiencias y realidades. Y duele más cuando todo esto viene de personas que se autodeterminan como feministas, ya que para mí el feminismo va de lograr una sociedad más justa e igualitaria para todas las personas que viven en ella. Y esta ley no sólo beneficia a las personas trans, sino que nos beneficia a todas, todos y todes, porque iremos en el buen camino para llegar a esa sociedad.

Ya lo vivimos antes, toda esta lucha de desgaste, de bulos, de mentiras, de amenazas, de centrar todo en un solo caso al que se agarran como un clavo ardiendo para frenar el progreso.

Espero que dentro de mucho miremos atrás y veamos con orgullo cómo lo conseguimos. Y ganaremos, pero ¿a qué coste? ¿Cuántas personas nos dejarán por el camino? ¿Cómo terminará la salud mental de aquellas que estamos al pie del cañón? ¿De verdad creéis que las personas trans merecemos estas campañas de acoso y derribo?