Elsa Ramos, de ocho años, ha asegurado que lleva cuatro años viviendo su camino a la felicidad, pero ha pedido no bajar la guardia: «Señores que se dedican a la política, sigan, pese a las amenazas, haciendo leyes que reconozcan que las personas somos diversas».

Fuente (editada): laSexta | 03/12/2019

Elsa Ramos es una niña de ocho años. Después de que su nombre ya sonara hace cuatro años en boca de su madre en el mismo lugar, ha comparecido en la Asamblea de Extremadura con motivo del 4º Pleno Escolar contra el bullying por la LGTBI fobia.

Tal y como ella ha comenzado explicando, es una chica transexual: «Vivo en Arroyo San Serván, y durante los cuatro últimos años he vivido el camino de mi felicidad«.

El motivo es que ha «tenido la suerte» de que sus compañeres del colegio de su pueblo, ‘Nuestra Señora de la Soledad’, han comprendido cómo es desde el primer día. «Sin embargo, sigue siendo necesario recordar que tengo el derecho a ser llamada como yo siento, y que cuatro años después las equivocaciones son un poco raras, como si alguien pudiera dudar de que soy una chica trans», ha comenzado.

«En el fondo he tenido suerte de nacer en mi pueblo», ha explicado Elsa, porque así, dice, todo el mundo puede saber que es una chica trans. «Me siento querida y respetada. Todo el mundo me conoce», ha asegurado.

«Lo más importante que tengo que decir es lo siguiente: señores que se dedican a la política, sigan, pese a las amenazas, haciendo leyes que reconozcan que las personas somos diversas, por encima de todo las personas transexuales tenemos el derecho a ser quienes somos. No permitan que nadie nos arrebate la felicidad», ha zanjado.

El emotivo discurso ha sido fuertemente aplaudido por la sala después de que la joven compareciera como clara imagen de la lucha que llevan a cabo les más peques del colectivo.