Fuente: EUFORIA FTA | 14 FEB 2025
TVE, la televisión que pagamos todes y que debería ser para todes, esa que debería “contribuir a la concienciación, divulgación y transmisión del respeto a la orientación sexual, la identidad sexual, la expresión de género, las características sexuales y la diversidad familiar de las personas LGTBI” según dice la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI en su artículo 28, esa que debería respetar, más que otras si cabe, “el derecho a la igualdad de trato de las personas LGTBI, evitando toda forma de discriminación por razón de orientación sexual, identidad sexual, expresión de género y características sexuales en el tratamiento de la información, en sus contenidos y en su programación” como señala la misma Ley en su artículo 27, hace un par de días en su programa 59 Segundos, eligió el camino del mal. Eligió el camino del mal, sí. El camino del espectáculo grotesco, el camino del “todo vale” con tal de permanecer en la parrilla.
La excusa de que “es un debate que está en la calle”, aunque se haya creado artificialmente y obedezca a intereses que nada tienen que ver con las preocupaciones de las personas de a pie, ni de las feministas de barrios y pueblos, ni mucho menos de las personas trans, les puede servir para dormir bien, pero a nosotres no nos vale. Como tampoco nos valen las buenas palabras, los “no os preocupéis que os vamos a cuidar muy bien” o los “somos profesionales”. Y no nos vale porque habíamos invertido toda la semana en enviar información, en negociar las preguntas para garantizar un espacio de respeto para Olivia y Melanie y en hacer pedagogía gratis, esfuerzo que tiraron a la basura: la presentadora ni siquiera se tomó la molestia de escuchar a Melanie y Olivia. Habría bastado con que se leyera alguno de los materiales que le hicimos llegar para no comenzar la entrevista preguntándole a Olivia (recordemos, una chavala de 17 años) “¿desde cuándo sentiste que no te sentías cómoda con el cuerpo en el que habías nacido?”. Habría bastado con que no insistiera cuando Melanie intentó que frenara la violencia, en lugar de ello se marcó un “tengo un amigo gay” de manual, pero esta vez en forma de “he hablado con mujeres trans y a veces sí me han dicho que… No me desagrada que me corrijas, pero he hablado con mujeres trans…”, negando la realidad que tenía delante. Habría bastado con que respetara las preguntas que habíamos pactado (o el sentido de las mismas) para que la entrevista no girara, una vez más, en torno al cuerpo y a las decisiones médicas de las que a Olivia no le apetecía hablar y que no aportaron nada a nadie, salvo al amarillismo y a la confusión de lo que supone ser una joven trans.
Es cierto que sabíamos quienes iban a estar en el debate previo a la entrevista, acudir al programa fue una decisión difícil de tomar porque en estos casos siempre hay que elegir entre visibilizar y legitimar de alguna forma la presencia de ciertos personajes o que solamente se escuchen sus disparates. Pero confiamos en sus buenas palabras y en que se iban a respetar los límites, no solamente los que habíamos marcado, también los que marca la legislación y los propios del sentido común y la profesionalidad. Desde EUFORIA un abrazo fuerte a Samantha Hudson que puso el cuerpo y “sirvió” como la diosa que es, también a Carlota y a Pablo por acuerpar.
Hoy, aprendida la lección, una vez más, queda poner la correspondiente queja ante la Defensora de la Audiencia, denunciando la falta de profesionalidad de Gemma Nierga y su equipo que abordaron un tema tan sensible sin hacer ningún trabajo personal para desprenderse de sus prejuicios cisexistas, volcándolos todos sobre los hombros de una chica de 17 años. Podemos celebrar y agradecer el saber estar, el aguante y el esfuerzo de Olivia y Melanie. Seguiremos trabajando con les profesionales que realmente se interesan, se forman y se implican para cambiar la sociedad, no solamente para llenar sus programas de contenido y sus cuentas corrientes de fondos.