(1928-2002, Berlín, Alemania). Con una infancia y adolescencia no exenta de violencia familiar, con 17 años fue condenada por matar a su padre, dirigente político del partido nazi.
Su vida siempre estuvo vinculada con la conservación de los objetos cotidianos, pasión que desarrolló desde su niñez. Tras la Segunda Guerra Mundial fundó el museo Gründerzeitmuseum im Gutshaus Mahlsdorf, donde está la colección de objetos más importante de la Belle Époque y la última taberna berlinesa conservada íntegramente, lugar de encuentro de la cultura y comunidad LGTBIQ+ en la década de los 70 en el Berlín Este.
En 1992 publicó su libro autobiográfico “Yo soy mi propia mujer” (Ich bin meine eigene Frau), de recomendada lectura, que sirvió para la creación de una obra de teatro, con mismo título, ganadora de un premio Pulitzer y un Tony, y que fue representada en España en el 2008.
Charlotte es una persona muy admirada por su contribución cultural, por la exposición pública de su transexualidad y por su defensa feroz de las personas marginadas socialmente. En el 2003, mediante donaciones públicas, se erigió un monumento en su honor no exento de polémica porque su familia exigió figurase su nombre y genero registral.
“En lo más hondo de mi ser anida un sentimiento de justicia y, lo que es aún más importante, me siento intrínsecamente afín a todas aquellas personas que se hallan al margen de la sociedad. No debería existir nadie que se levantara encima del resto”.