La baloncestista de 18 años celebra una resolución que pone fin a su desamparo como jugadora. Dice que quiere ser un ejemplo para otras niñas como ella
Fuente (editada): NEWTRAL | Noemí López Trujillo | 13 MAY 2024
Aura Pacheco estaba estudiando para la EBAU cuando recibió la noticia: una resolución del Comité de Justicia Deportiva (CJD) de La Mancha le daba la razón, poniendo fin a la situación discriminatoria a la que la había abocado la Federación de Baloncesto manchega al negarse a expedirle una licencia para competir en categoría femenina por ser una chica trans. Apenas tiene 18 años y ya se ha enfrentado a la administración pública.
Su próximo reto es sacar una buena nota en la prueba de acceso a la universidad para entrar en el grado de Psicología. Además, está cursando una FP de entrenadora: “El baloncesto es parte esencial de mi vida. Si no es de forma profesional para siempre, me gustaría enseñar a niñes pequeñes, inculcarles los valores de un deporte que a mí me ha ayudado tanto”, cuenta a Newtral.es.
Precisamente fue una niña de siete años quien la impulsó a seguir adelante con el proceso administrativo contra la Federación de Baloncesto de La Mancha: “Conocí a Lola, que también jugaba a baloncesto, a la que no le permitían federarse por no tener el DNI cambiado. Quiero ser ejemplo para otras niñas como ella, como yo”, explica Aura Pacheco.
En su caso, sí había modificado tanto su sexo legal como el carné de identidad. Sin embargo, la Federación de Baloncesto manchega aseguraba haberse dirigido a la Federación Española de Baloncesto y que esta le habría transmitido que “no se tomará decisión alguna en la posible participación de los jugadores transgénero hasta que haya un pronunciamiento expreso por parte de Federación Internacional de Baloncesto que sea aplicable a las federaciones nacionales y por extensión a sus correspondientes federaciones autonómicas”. En su resolución, el CJD manchego recalca que el DNI cambiado debería haber bastado para conceder la licencia a Aura, ya que, en el momento en el que lo obtiene, “la identidad de la recurrente a todos los efectos jurídicos pasó a ser la de mujer”.
Para el comité, la inexistencia de reglamentos no exime a las federaciones de procurar un acceso igualitario en el ámbito deportivo. En el caso de que opten por excluir a jugadoras trans, deben acreditar “evidencias científicas sólidas de la existencia de una ventaja competitiva desproporcionada”. Si no, debe primar el principio de inclusión y no discriminación.
El CJD descarta cualquier presunta superioridad física o ventaja de Aura Pacheco
Aura Pacheco, que practica baloncesto desde pequeña y que milita en el Club Baloncesto Albacete, inició su transición en 2020, con 15 años. Comenzó, como señala la resolución, con “bloqueadores hormonales de testosterona bajo supervisión y seguimiento de la Unidad de Identidad de Género del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete” y dos años después inició el “tratamiento hormonal feminizante con estrógenos”. Finalmente, en julio de 2023, tras la aprobación de la ley trans y LGTBI, consiguió cambiar su sexo legal en el Registro Civil. En octubre le llegó su nuevo DNI.
Sobre esta supuesta ventaja, el comité se detiene en su resolución al analizar el perfil médico y hormonal de Aura. Expone que su concentración de testosterona “no solo es netamente inferior al límite fijado por el COI para la participación de mujeres trans en competiciones femeninas, sino que se encuentra incluso por debajo de la media para mujeres cis”.
Descarta cualquier diferencia significativa y una presunta superioridad física. “A ello se suma la inexistencia de evidencias sólidas que respalden una relación directa entre los niveles de testosterona y el rendimiento deportivo”, añade el comité, para concluir que la exclusión de la jugadora trans por parte de la Federación de Baloncesto manchega “resulta completamente injustificada desde un punto de vista médico y discriminatoria desde una perspectiva legal y de derechos fundamentales”.
“Se ha dejado de lado la importancia que este deporte tiene para mi salud mental”
“Siempre digo que yo no destaco físicamente. Se ha centrado todo en la supuesta ventaja física y se ha dejado de lado la importancia que este deporte tiene para mi salud mental. El baloncesto lo fue todo durante mi depresión, me hacía sentir menos rara. Empecé haciendo atletismo y kung fu, pero no me acababan de convencer, quería algo de equipo. Y el fútbol me parece que tiene un clima más violento y hostil. El baloncesto es dinámico, tienes que estar atenta a tu defensor, a la canasta… Salía a la cancha y las cosas que se me pasaban por mi cabeza sobre mí misma desaparecían porque solo importaba el balón”, explica la baloncestista.
Carlos Pacheco, padre de Aura, destaca el espíritu de equipo de su hija. Incluso los meses en los que no podía competir por los impedimentos de la Federación de Baloncesto manchega, Aura “iba a todos los partidos a animar, se sentaba en el banquillo, calentaba como una más aunque luego no jugase…”, relata.
“En los medios solo aparecen retratos deshumanizantes de las personas trans. Mi hija es maravillosa y le han hecho perder un tiempo muy preciado de un deporte que ama”, prosigue Carlos Pacheco. En este sentido, Aura reconoce que los últimos meses los ha vivido con “angustia”. En marzo le expidieron una licencia provisional que ahora, tras la resolución del CJD, pasa a ser definitiva. Pero como explica la jugadora: “No sabíamos qué iba a pasar. El escenario en el que a mí me retiraban esa licencia provisional y yo tenía que dejar el baloncesto estaba muy presente”.
Tanto Aura como su padre esperan que esto sirva como punta de lanza para crear protocolos de actuación. “No puede haber un limbo y que los derechos de las personas trans dependan de la arbitrariedad de un comité o de una federación”, apunta Carlos. Por lo pronto, como señala Saúl Castro, el abogado que ha llevado el caso de la mano de la Asociación ADI, la resolución del CJD manchego “sienta un precedente muy importante que otras deportistas trans discriminadas van a poder usar”.