¿Tienen algo en común la defensa del derecho a la vivienda con los derechos LGBTIQA+? La portavoz de Vivienda de Sumar y el cantante trans Viruta se sientan a reflexionar sobre derechos, estrategias y amenazas
Fuente (editada): EL DIARIO | Ana Requena Aguilar | 1 JUL 2023
¿Tienen algo en común la defensa del derecho a la vivienda con los derechos LGBTIQA+? La respuesta es sí. Es una de las conclusiones a las que llegan la portavoz de Vivienda de Sumar, Alejandra Jacinto, y el cantante y actor trans Víctor Gil, conocido por su nombre artístico ‘Viruta‘, cuando se sientan a conversar. Viruta habla del “clima de sospecha” que se ha creado en los últimos años alrededor de las personas trans, “se han generado unas amenazas fantasma de todo lo que podemos llegar a cometer”. Alejandra Jacinto encuentra en su relato una analogía con el derecho a la vivienda y la amenaza de la ocupación. “Cuando la sociedad empieza a asumir una opinión mayoritaria sobre el derecho a la vivienda, en ese momento se instala el marco de la ocupación frente a la conquista de ese derecho y ahora estamos en esas, en que se ha convertido en una preocupación”, relata.
Ese clima de sospecha sumado a este momento político, en el que los pactos entre PP y Vox incluyen la retirada de las banderas LGTBIQA+ de espacios públicos o la promesa de Feijóo de derogar la Ley Trans, genera miedo. “Ya no es la persona que sale en la tele a la que le ha pasado algo, ya todes tenemos cerca a alguien a quien le ha pasado algo. Entonces el miedo existe”, explica el cantante, que se considera más a salvo de ese miedo porque “vestido parezco una persona no trans, no corro peligro si no empiezo a soltar pluma, en el autobús parezco un señor hetero”, algo que minimiza el riesgo de sufrir discriminaciones o agresiones. “Yo lo llamo mi pequeña cobardía, porque antes de mi transición yo representaba un papel de mujer visiblemente lesbiana y era mucho más visible. Ahora tengo mucho más miedo, pero es un miedo social, por mi entorno”.
Alejandra Jacinto reacciona ante la expresión de Viruta: “Lo que tú defines como cobardía es prácticamente una estrategia de supervivencia. A mí me llama muchísimo la atención que tengáis que llegar a ese punto. Desde mi privilegio de persona cis, heteronormativa, heterosexual, claro, nunca lo he vivido. Empatizo mogollón con la situación, pero se me hace difícil sentirlo”. Jacinto también siente ese “temor social”. “Estamos en un momento de ola reaccionaria en el que ya no solo por parte de la derecha y la ultraderecha, sino por parte también de gente con pensamiento progresista, se dice que se está yendo quizá demasiado lejos”, reflexiona la política, que anima a mantener un estado de alerta.
La identidad condiciona también el acceso a los derechos sociales y económicos. Volviendo a la vivienda, Viruta recuerda cómo hay mujeres que, en búsqueda de un piso, prefieren hacerse pasar por amigas que por pareja para evitar problemas. “El acceso a derechos y la identidad está íntimamente vinculado, los datos son escalofriantes: el número de personas trans en situación de sinhogarismo, de mujeres trans que han estado en situación de calle… Son desigualdades plenamente encadenadas”, señala la portavoz de Vivienda de Sumar. ¿Se llevan la peor parte las mujeres trans? Viruta cree que sí. “Se llevan todo el peso del patriarcado, es como una traición a tu género. No se carga tanto contra las masculinidades trans”.
Ese peso es aún mayor para las mujeres trans sin passing (el concepto que nombra a la capacidad de pasar por una persona no trans, es decir, de parecer cis). “Si hablamos de señoras mayores, o con rasgos rotundos, si son demasiado grandes.. entonces ya son demasiado incómodas. Ahí es donde no les dan trabajo de cara al público, por ejemplo. Y las masculinidades trans, sobre todo si nos hemos hormonado, por arte de magia tenemos la suerte muchas veces de no sufrir esa carga violenta”, cuenta Viruta, quien dice que le gustaría poder dialogar con quien rechaza la autodeterminación de género. “Creo que entienden que no ha habido un momento para la mujer jamás. Y ahora de repente todas estas nuevas realidades se están imponiendo y están como ganando espacio y hay gente enfurruñada. Pero yo espero que esto sea un momento histórico y que pasado mañana nos acerquemos, porque el patriarcado tiene la culpa de todo”.
Alejandra Jacinto defiende que los derechos “suman en sí mismos” y contraponerlos es un error. “Que yo no tenga totalmente mis derechos garantizados, asentados y desarrollados no significa que no pueda haber otras compañeras que también necesitan esos derechos. Para mí está dentro de un marco más amplio de derechos humanos donde son complementarios”, dice.
Transición: ¿“Te gusta el fútbol?”
¿Cómo fue transitar para Viruta? El cantante inició su proceso hace diez años, con la Ley del 2007 en vigor, que establecía como necesarios un protocolo de hormonación de dos años y un informe médico de disforia de género. “En ese momento éramos unas trastornadas todas y éramos unas mentirosas todas también, porque en una serie de entrevistas te exigían que entraras en los cánones, en los cánones de lo que entendían como masculinidad. Te preguntaban cosas como ‘¿te gustan los coches o las flores?’. Si te confundías igual no te dejaban transitar, así que la gente iba y contaba la milonga. Yo tenía amigas trans que no eran nada femeninas y que ese día de hospital iban con minifalda y rejilla y se montaban toda la performance de femme fatal ”, recuerda Víctor Gil. Esas pruebas, las preguntas o los tiempos marcados exclusivamente por les médiques prosigue, “hacían daño”, especialmente a quienes eran más jóvenes.
“Lo cuentas con mucha naturalidad pero a mí me parece una barbaridad”, responde Jacinto. “Esa sensación de someterte a un examen para poder ser quien eres y en función de si dices flores o dices coches, estás más cerca o no de poder ser quien eres”. Viruta guarda cientos de anécdotas. Como la de un día que el médico le preguntó si no le gustaba el fútbol. Su respuesta fue que el fútbol le horrorizaba. “Entonces él me dijo: bueno, siempre puedes ver la zona de deportes, que es eso que hay al final de los informativos para poder tener conversaciones normales con hombres normales. Hasta su asistente dijo en ese momento que había sido un comentario machista”.
El relato de Viruta hace que Alejandra Jacinto tenga claro que hay poca conciencia entre la gente cis sobre los procesos y discriminaciones por los que pasan las personas trans: “Yo alucino y eso que estoy absolutamente politizada con el tema. Las personas cis tampoco podemos exigir que si no nos contáis vuestros problemas es que no podemos empatizar. Ahí el esfuerzo está en nosotras, en leer, en escuchar, en tener este tipo de información”. Viruta sí cree que en este momentos muchas personas trans son visibles de alguna manera y parte de su decisión es precisamente política, para allanar el camino de les demás. “Antes la gente trans intentaba esconderse lo que podía o pasar desapercibida por el mundo. Pero ahora casi todo el mundo es activista, porque si no nos visibilizamos no se van a dar cuenta de cuántes somos y de que somos inofensivos”. El cantante reconoce, no obstante, que es cansado hacer pedagogía diaria, tal y como sucede en el feminismo.
¿Cómo hubiera sido la transición con la ley actual? “Infinitamente menos farragosa”, responde Víctor Gil. Viruta tiene la sensación de que la cosa ha ido a mejor y de que ya hay muchos protocolos en muchos espacios diferentes que buscan precisamente evitar discriminaciones y violencias administrativas o médicas. “Hay una evolución para bien, también hay que decirlo”. Alejandra Jacinto reconoce que hay que seguir consolidando esos protocolos y tener presente cómo crear entornos seguros en todo tipo de espacios, también en la política.
“Es muy importante sacar la bandera LGTBIQA+ esta semana y cualquier otra y visibilizarse cuando es un entorno seguro, y si puede ser y cuando es un entorno inseguro, también, si se tiene la valentía de hacerlo”, concluye el cantante. Alejandra Jacinto añade: “Y si en algún momento no se tiene la valentía tampoco pasa nada. Hay que salvarse la vida”.