El asesinato de Sara Millerey González, mujer trans de 32 años, fue grabado en video y expuso la brutalidad de la transfobia en Colombia.
Fuente (editada): LA IZQUIERDA DIARIO | Nancy Cázares | 9 abr 2025
La violencia transfóbica arrebató la vida de Sara Millerey González, una mujer trans de 32 años, torturada y asesinada en el municipio de Bello, Antioquia, a las afueras de Medellín, Colombia. Su muerte ha sacudido a distintos sectores sociales dentro y fuera del país, incluido México, donde activistas y colectivos han expresado su indignación por el crimen y la crueldad con la que fue cometido.
La escena de la tortura fue grabada en video y difundida en redes sociales, donde se ve a Sara en medio del agua sin recibir ayuda de nadie. De acuerdo con las autoridades, sus brazos y piernas fueron fracturados antes de ser arrojada a la quebrada, impidiéndole nadar y provocando su posterior muerte por ahogamiento. La crueldad con la que se cometió el crimen y la circulación de las imágenes evidencian un mensaje brutal: la intención de aniquilarla por su identidad sexual.
Aunque la respuesta institucional no se hizo esperar —la Defensoría del Pueblo confirmó al menos 13 transfeminicidios en los primeros tres meses de 2025 y la Alcaldía de Bello anunció la apertura de una investigación— hasta el momento no se ha identificado a los responsables. El presidente Gustavo Petro se pronunció públicamente y calificó el hecho como un acto de “fascismo”, señalando: “Esto que pasó en Bello se llama fascismo, porque hay Nazis en Colombia”. Sin embargo, las cifras de crímenes de odio en Colombia demuestran que el de Sara no es un caso aislado.
La ONG Caribe Afirmativo, citada por el diario El País, ha registrado 25 asesinatos contra personas LGBTIQA+ en lo que va del año, 15 de ellas con experiencias de vida trans. Su director, Wilson Castañeda, expresó su consternación: “Nos angustia el nivel de sevicia, crueldad y dolor, la constancia de una práctica sistemática de querer aniquilarla”. Pese a los insuficientes avances institucionales en materia de diversidad, como la creación de una oficina en el Ministerio de Igualdad, la violencia continúa. “La diversidad nos está costando la vida”, afirmó.
En México, colectivos, activistas y organizaciones como la Red de Juventudes Trans, denunciaron que este crimen de odio pone de manifiesto la necesidad de aplicar medidas de prevención y de erradicar la tortura sistemática contra las personas trans. En un pronunciamiento de la activista Jessica Marjane, la Red señaló: “La transfobia es tortura en todas sus modalidades, y el caso de Sara muestra cómo esa violencia escala y se perpetúa con impunidad”. También criticaron que la Alcaldía de Bello haya negado públicamente la identidad sexual de Sara en sus primeros comunicados. “Repudiamos que se le haya desidentificado. Te nombramos Sara y exigimos justicia, atención y prevención de los crímenes de odio como una forma de reparar y no repetir”, declararon.
Por su parte, colectivas como Transyfugas y Clan Mariposas Negras convocaron a una acción este domingo 13 de abril en la embajada de Colombia en la Ciudad de México para protestar por justicia para Sara.
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Desde distintas ciudades de Colombia como Bogotá y Medellín, organizaciones han convocado velatones para exigir justicia y acompañar al movimiento trans en su duelo y su lucha. En México, colectivos feministas y LGBTIQA+ han comenzado a sumarse con pronunciamientos solidarios y llamados a la acción contra la transfobia estructural. Desde La Izquierda Diario México nos sumamos al repudio de este crimen y nos sumamos a la exigencia de justicia para Sara.