La británica de 38 años, portavoz de la organización europea LGTBI Stonewall, se prepara para poder hacer historia en una de las carreras de resistencia más importantes del mundo
Fuente (editada): El Correo | Laura González | 24 noviembre 2019
Estuvo a punto de quitarse la vida antes de empezar una nueva, que le ha llevado lejos, pero aún quiere más. La británica Charlie Martin fue asignada como niño al nacer, hace 38 años, en Leicester, aunque pronto descubrió que realmente era mujer. Confirmó sus sospechas después de leer un artículo sobre Caroline Cossey, la modelo que apareció en una de las películas de James Bond y que se convirtió en la primera mujer transexual en posar para la famosa revista Playboy.
Vio que todo era posible y que había otras personas, también famosas, que habían nacido como ella. Ahora mismo Martin es todo un ejemplo a seguir, portavoza de Stonewall, la organización benéfica LGTBI más grande de Europa, en la que anima a todo el colectivo a practicar deporte y a dejar atrás el qué dirán. Ella lo ha conseguido y aún le quedan muchos retos y sueños por cumplir, como el de convertirse en la primera pilota transexual en completar las 24 horas de Le Mans, una de las carreras de resistencia más importantes del mundo del automovilismo, para la que lleva preparándose en los últimos meses. Y aún le queda.
Precisamente en este deporte se refugió Martin siendo todavía una niña. Con 8 años descubrió el mundo del motor y supo en un instante que quería formar parte de él. Empezó a pilotar en cuanto pudo, sin tener ningún antecedente familiar, centrándose en tratar de ser cada vez más veloz al volante, escondiendo lo que llevaba por dentro. Seguir estando en la parrilla de salida se le fue haciendo cada vez más difícil por cuestiones económicas. Un momento complicado en el que decidió darle un giro a su vida, el de empezar a ser por fin una mujer por dentro y por fuera.
Regreso como mujer en 2014
Aparcó el automovilismo durante algo más de dos años. Un largo y duro proceso que recogió en su canal de Youtube, ayudando a miles de personas de todo el mundo a iniciar su propio viaje. Un camino que le llevó en 2014 de nuevo a los circuitos, pero con un gran temor, el de ser rechazada. Sin embargo, lo que se encontró fue todo lo contrario, mucha comprensión y respeto, que le hicieron recobrar la confianza en sí misma. Tanto fue así que ese año ganó su primera carrera en Francia, con récord incluido, lo que le llevó a dar un paso más allá en los monoplazas, compitiendo en el European Hill Climb. Un campeonato organizado por la FIA en el que en 2016 se convirtió en la pilota más rápida.
Una historia de superación personal, muy inspiradora, que recoge en su propia página web y que aún espera que tenga muchos más capítulos para poder contar, con la tenacidad, el esfuerzo y la ambición como protagonistas. En 2018 protagonizó una campaña que dio la vuelta al mundo, llenando de pegatinas arcoiris el circuito de Silverstone, conmemorando la celebración del orgullo LGTBI.
Para poder estar en Le Mans, la que sería la prueba más importante de su carrera, y poder hacer historia por ella misma y por todo un colectivo, Martin ha diseñado para el próximo curso un calendario de distintas carreras de resistencia. Este año tuvo que parar antes de tiempo. Empezó compitiendo en la Copa Michelín en el circuito francés pero la falta de fondos la obligó a frenar. De momento compagina esta pasión con su trabajo, el diseño gráfico, dedicándose a proyectos propios y ajenos de comunicación, ayudando con sus propias ganas de vivir a que se sigan escribiendo más historias con finales felices.