La ropa que llevamos dice al mundo cómo queremos que nos vean.

Fuente (editada): cromosoma X | 2021/03

En una charla TEDx Derry, titulada «Fashion Policing and the Double Standards of Gender Expression», Taryn de Vere reflexionó sobre el modo en que las elecciones de ropa de las criaturas trans son vigiladas en espacios públicos por personas completamente desconocidas.

De Vere habló de su extraordinario sentido de la moda, explicando que sus hermosas y coloridas prendas inspiran felicidad a los demás.

«Cuando empecé a observar y explorar las reacciones de las demás personas ante mis creaciones, me di cuenta de que la moda es un tipo de lenguaje visual», explica de Vere.

«La ropa que llevamos dice al mundo cómo queremos que nos vean. Esto funciona para mí -supongo que quiero que me vean como una excéntrica que busca atención-, pero también funciona para la infancia, sobre todo para la infancia trans».

De Vere continuó: «Aunque sea algo en lo que no pensamos mucho, como personas adultas sabemos la importancia de ser vistas como dicta la sociedad según nuestro género. Les niñes no son diferentes. Quieren encajar y quieren ser percibides por el mundo de forma auténtica».

«Si eres una niña trans y tienes cuatro o cinco años, es lógico que quieras que el mundo te vea como tú te ves. Las criaturas de esta edad no tienen aún suficiente capacidad para expresar su identidad de forma sutil, así que lo hacen a través de su apariencia».

«Cuando mi hija me dijo por primera vez a los cinco años que no era el niño que yo creía, sino que era una niña, lo primero que pidió fue un vestido. En aquel momento no pensé mucho en ello y le dije que sí, que no había problema, que podíamos conseguirle un vestido. Se le iluminaron los ojos».

De Vere le hizo un vestido a su hija, y la niña de cinco años le preguntó si podía dejarse el pelo largo y eligió un nuevo nombre para ella: un nombre de niña.

«Al hacer estas cosas, mi hija no intentaba reforzar los estereotipos de género sobre la feminidad o el aspecto de las chicas. Sólo utilizaba el lenguaje codificado de la moda que ya existe», explicó de Vere.

Taryn de Vere se volvió «hiperconsciente» al salir en público con su hija trans

«Sabiendo lo importante que era para mi hija que la vieran como una chica, cada vez que salíamos en público yo estaba en vilo. Un día, en una tienda de beneficencia, mi hija vio un vestido que le gustaba en el perchero, lo cogió y lo sostuvo sobre sí misma. El hombre de la tienda la miró de arriba abajo y se rió groseramente».

«Su cara se contrajo, volvió a colgar el vestido y preguntó si podíamos irnos. Mi hija estaba destrozada. Se quedó llorando fuera de la tienda».

«Yo estaba lívida. Un hombre adulto burlándose de una niña pequeña y de su evidente alegría por el vestido. ¿Por qué creía que podía tratarla así? ¿Era porque pensaba que ella era un niño y que los niños no debían llevar vestidos?»

 

 

De Vere señaló que, hasta hace un siglo, los niños solían llevar vestidos, y que el rosa se consideraba un color de niños y el azul un color de niñas.

«Mi hija intentaba que el mundo la viera como una niña. Debido a todo lo que había aprendido de nuestra sociedad, en su cabeza, el rosa y los vestidos significaban chica, así que eligió utilizar el lenguaje de la ropa para decirle al mundo cómo debía tratarla», dijo de Vere.

«El único problema fue que, en esos primeros días, antes de que le creciera el pelo, a menudo no obtenía la respuesta que esperaba. Mientras mis extravagantes atuendos provocaban el deleite de personas desconocidas, mi pequeña niña con vestidos provocaba comentarios crueles, risas mezquinas y miradas groseras».

De Vere no entendía que estas personas se preocuparan más por expresar públicamente su disgusto de lo que se preocupaban por los sentimientos de una niña de cinco años.

Taryn de Vere se vio obligada a ser muy consciente de las expectativas que las demás personas tenían entorno al género y la apariencia, cada vez que salía en público con su hija trans. Así se encontró cara a cara con su privilegio cis.

Ella nunca se sintió aterrorizada al ponerse un vestido, preguntándose si su apariencia la llevaría a poder ser insultada, golpeada, o incluso asesinada. Para algunas mujeres trans, usar un vestido puede ser una cuestión de vida o muerte.

La orgullosa madre lleva ya «varios años criando conscientemente a su hija trans», y dice haber «notado algo interesante»:

«Una vez que a mi hija le creció el pelo y fue aceptada por sus amistades y compas del colegio como niña, de repente dejó de querer ponerse vestidos e ir de rosa todo el tiempo. Fue casi como si, después de ser aceptada en su identidad sexual, pudiera relajarse de la interpretación de ser niña y abrazar su propio estilo, uno que fuera tan único como ella».

La charla TEDx de Taryn de Vere ha recibido muchos elogios de les espectadores, que escribieron comentarios como: «Es una charla maravillosa, llena de amor y sabiduría. Espero que llegue a todo el mundo. Mucho amor para Taryn y su hija», o: «¡Choca los cinco de mi parte con esa encantadora chica tuya!».