Autora: Natalia Aventín

20N, mucho más que una fecha, es el día en que recordamos a las personas trans que nos arrebataron.

Un año más se repiten los actos de recuerdo de todas aquellas personas que nos abandonaron de forma dramática, asesinadas, muertas que nos enfrentan a la violenta cotidianidad en la que muchas veces las personas trans sobreviven.

Empieza la cuenta atrás, para otras muchas. Se redactan leyes, se dan pequeños pasos llenos de peros, se llenan las bocas de quienes desde los pedestales reclaman alimentando sus egos, y aparecen las voces grises, llenas de odio de quienes quieren conservar sus privilegios, que no admiten que su verdad hace aguas, que su realidad no es la única, que el planeta no es suyo y la sociedad es diversa. Mientras el sufrimiento, el miedo, la desesperación, atenaza los cuerpos que cada día batallan para que no les arrebaten su dignidad.

Como familias de personas trans queremos justicia, queremos paz, queremos derechos, queremos respeto, queremos igualdad, queremos lo que cualquier otra persona, poder imaginar un futuro para nuestres hijes, en el que abracen y sean abrazades, en el que puedan soñar.

Siempre en nuestra memoria quienes ya no están, deseando no tener que rememorar a nadie más.